Capítulo XVI

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Capítulo 16:

Heart of glass

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Una vez tuve un amor y fue divino...
Pero pronto descubrí que estaba perdiendo la cabeza. Parecía que iba en serio, pero yo estaba tan ciego.

Algo tan dedicado y a la vez maravilloso como la emoción que brinda en amor puede ser tan un arma de doble filo.

Aquellos quedaron cegados con el otro desde la primera vez que se vieron, aún apesar de que la situación no fuera la más adecuada y que los sentimientos que vivían en estr encuentro se centrará únicamente en la brutalidad por parte del demonio y en el odio de la hydra tampoco ayudaron.

En cuanto estaban en la tormenta y el relámpago salió emergiendo de la hydra e iluminó el cielo el demonio de fuego los vio por primera vez. Tan inmensos, poderosos, tenebrosos y con esa aura llena de violencia que de decían a todo ser vivo que ellos moriría. Sin embargo se acercó, abrió sus alas y preparó sus garras listo para emboscado apenas llegada, no era ni la mitad de su tamaño pero su cuerpo de pedía esto, pelear, hacer sangrar a su contrincante y probarlo. Entró a la tormenta, no había retorno, sus rugidos llegaron por completo a su cabeza llenandolo del más puro y potente terror, entonces sonrió nervioso pero no se dio para atrás. Sin importar cuando habían chocado y se dio cuenta de que sus ataques eran más inútiles de lo que pensó, por una vez que él los mordió e hizo sangrar hubo el triple para él. Sus colmillos eran tan filosos como la hoja de unas agujas que perforaban incluso su armadura volcánica, una vez que se introducía en su piel hasta la capa de sangre era aún más doloroso cuando los sacaban por que la herida se hacía el doble de grande por la forma de media luna que esos colmillos tenían.
Sus alas se habían sido extendidas de par en par por cada una de las cabezas que no temian en hasta donde llegaran sus dientes, si solo la capa de piel o hasta el hueso sin contar como llegaron a estirar demasiado al punto que crecer que de querían arrancar las alas, sus músculos se estiraron más de la cuenta y él grito con todas sus fuerzas desde la garganta.

Entonces estuvo cara a cara con en del medio sus ojos escarlata era como mirar en el mismo infierno, había tantos pensamientos y emociones dignas de una encarnación del mal que lo dejaron totalmente sucumbido ante el miedo, pero a la vez se sintio tan fascinado. Encontró atractivo ver los ojos del mismo diablo en los que ardían las almas de todas sus víctimas y deseos de muerte que incluso olvido el dolor de sus alas, atrapado en el trance de esa criatura tan... Divina, celestial. Un Ángel de la muerte que había caído del cielo con la misión de acabar con este mundo, de limpiado y que empezada de nuevo con una pieza en blanco. 

Sonrió con sadismo al ver como es que el pájaro de fuego había quedado atrapado en su imagen como si hubiera visto a una clase de "Dios" Y eso mismo llevó a que dejara de tener miedo nuevamente, él lo veía como si fuera algo insignificante pero también con cierto interés se había ganado su atención y sin duda quería conocerlo mejor pero de faltaba una prueba. No sólo para ver si era digno de tan quisiera estar ante su presencia, de compartir en mismo mundo sino de que tan fuerte era.
Un rayo salió de su boca, el pteranodon volvió a gritar retorciendose del dolor, la armadura de su pecho se había empezando a quebrar por la fuerza del ataque llegando hasta la piel abierta en la que la agonía solo fue mucho más, uno por uno, sabía que pulverizaba su sistema nervioso y de un momento a otro se detuvo, por lo que lo soltaron hacia el mar viendo en el proceso que caía hasta el fondo esperando el tiempo suficiente para ver si salía pero en no tener una señal de movimiento se dieron la vuelta siguiendo a esos asquerosos humanos. Sería más divertido si empezaban una persecución en vez de solo lanzar un ataque directo.

Rodan estaba cayendo cada vez más profundo en el océano, mirando como es que ese arcángel de destrucción se iba tras quedararse mirándolo por un rato más ¿acaso estaba esperando que los siguiera? Detectó cierta chispa en los ojos de la cabeza del medio, una que lo hizo sonreír son delirio. Podía detectar que de provocó a ellos fascinación.

Golden Years (𝓡𝓸𝓭𝓸𝓻𝓪𝓱)Where stories live. Discover now