Capítulo XLIV

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Capítulo 44:

Aquel que temía al corazón.

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Les gustaba ver las llamas.

Ver el fuego consumirse hasta las cenizas.

Y que con ello mismo desintegrada a sus oponentes.

Miraban fascinados como es que debido a sus rayos habían desencadenado un incendio en la ciudad de algún planeta que no les importaba y por lo tanto esto mismo provocó en que con toda la atención del mundo 一cuál si fuera tema de estudio一. Tomaban la oportunidad de ver a cada ser que lograba llegar hasta cerca de ellos pidiendo piedad en vuelto en las llamas. Eran un tanto más grande que sus maestros, lo que les permitía contemplar con mayor deleite visual el proceso de cremación, como la piel se iba haciendo al rojo vivo mientras gritaban matando a sus pulmones en una lenta agonía, eso era magistral, ver los resultados de su poder desde cerca les hacia darse confianza y querer mucho más, no se sentía satisfechos solo con destruir, en que por primera vez ellos fueran los que dominaban la situación y a quienes socorrian por salvación les hacia sentirse bien. No les hacia sentirse esclavos por unos momentos.

Gigan miraba algo preocupado a su compañero 一o compañeros一. Realmente él no tenía ese tipo de morbo como para aguantar los resultados de su trabajo, tampoco de provocaba empatía, solo lo hacia sin dudar pero no como ellos, por alguna razón ver esos pares de ojos tan cautivados con la muerte le ponía nervioso y por momentos de hacia pensar que eran un mal encarnado pero no, ellos solamente eran raros y aterradores como sus maestros. Eso tenía sentido, si es que sus pensamientos habían sido encriptadas por el controlador y asimismo recibieron los conocimientos básicos de este, lo menos que podía esperar es que fueran fríos y calculadores. Sin embargo, muchas veces no de importaba, no tenía por que importarle que fueran unos monstruos.
Se acercó hasta ellos haciendo un ademán con su apéndice metálica señalando a que era momentos de irse, cosa que los tres reaccionado un poco molesto, sabían que la llegada a Planeta X significaría ser apagados nuevamente hasta que tuvieran suerte de que algo los golpeada de muerte para despertar como ahora y poder gozar un poco de libertad, por lo que soltado un gruñido un poco amenazante a Gigan dictando de que no estaban contentos con esto e hicieron sus cuellos un poco hacia atrás.

一 También odio ir 一dijo Gigan一. Muchas veces igual me controlan como ustedes y no me emociona

一 ¿Y por que sigues con tus maestros?

一 No lo sé… tengo el poder para revelarme y realmente no siendo apego a los nebulans pero supongo que… solo no lo hago. Al igual que ustedes 一hizo contacto visual一. Tiene el poder pero no se van volando ahora mismo

一 Supongo que no queremos huir… Creo que es peor escapar como cobardes de ellos que regresar, al menos tenemos una voluntad para aceptar que los odiamos pero si escapamos será como decir que ellos ganaron y somos débiles por no aguantar su sufrimiento

No entendía del todo la lógica con la que hablaron pero al hacerlo fue como si la calma se personificada en sonido que llegó hasta sus receptores auditivos y le repartió paz de sobremanera a la vez que en su pecho apareció una extraña presión, los nervios de verlos como unos sociopatas hace unos momentos se desvanecieron por completo y ahora en su lugar sentía la mayor empatía al dragón seguirá de la más pura admiración que ha llegado a sentir por alguien nunca y entonces les sonrió y de forma simbólica extendio su hoz en su dirección para que lo siguieran una vez más al infierno.

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Los perdió de un momento al otro y a pesar de que él no fue alcanzado por las lanzas Igual había sido arrastrado a esta oscuridad lejos del mundo que conocía, cual si se expusiera a una realidad diferente en todo lo que consideraba lógico. En este lugar existente y a la vez inexistente sus rugidos no llegaban a ningún lugar, de hecho, no los tenía, no tenía fuerza más que pensar y experimental sus sentimientos. Su capacidad para el pensamiento racional se quedaron en blancos y paso ser tan desconocido este ambiente para él, pasar a experimentación usando sus emociones. Estas no ayudaban a nada más producir un desagradable y desalentador miedo y desesperación que a su inexistente cuerpo de hizo asfixiarse y lo sumergió en lo desconocido.

Golden Years (𝓡𝓸𝓭𝓸𝓻𝓪𝓱)Where stories live. Discover now