Capítulo XVII

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Capítulo 17:

Eternal Flame⋆ ˚。⋆୨୧˚⋆

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Día siguiente.

Por alguna razón desde temprano Rodan los había despertado pero cambiando la rutina un poco. Esta vez no a una salido a buscar la cena sino que seguían al pteranodon por las ciudades debajo de ellos, claro que estaba a una altura suficiente como para no hacerlas volar, el día de hoy les tendrían piedad aparte de que esa no era la visión de diversión que tenía el contrario en este instante. Con intriga es que no se cuestionaban a donde lo llevaba, aveces paraban en algunos lugares donde el pteranodon pasaba un largo rato observando directamente a las ciudades y objetos que la componía. Hoy en especial había algunas decoraciones rosas y rojas, podían oler desde la distancia como es que abundaban los ramos de flores sobre todo de rosas frescas ¿qué sucedía? Normalmente ellos nunca se detenían a darle importancia a lo que hicieran los insectos, a ninguna forma de vida en realidad, por que solían destruído todo antes de tan siquiera echar un vistazo, pero ahora...

Estaban plasmados sobre un cerro esperando a Rodan que había aterrizado al otro lado con el fin de no causar alboroto entre la gente, quienes aunque si tomaron precauciones y algunas incluso se marchaban de la zona en general estaban tranquilos. Los tres hermanos gracias a su gran visión visualizaban algunas cosas interesantes, no sólo el aroma a flores era predominante, también otro dulce, suave, podían sentir el sabor en su boca pero no lo conocían. Era algo nuevo fabricado por los insectos para los insectos, así que no sabían cómo sentirse al respecto por haberse interesado en un invento de esa raza tan primitiva.

Una de las cabezas captó algo interesante, los humanos que salían ahora traían objetos rojos en formas raras, cantidades exageradas y ridículas de flores y ese dulce aroma en compartimientos, también todos iban en par. Al notar el patrón muy grande se dieron cuenta que iban con su compañero de vida y esas cosas probablemente eran como tributos o presas para el sustento del contrario. Era ridículo ver su ritual de cortejo, esa basura que llevaban entre sus brazos era patético ¿para que dar flores? Acaso las comían? Al menos deberían de elegir especies con mejor sabor o al tan siquiera que sean comestibles, también esas cosas de formas raras y colores cursis que solo se podían mantener en tierra si eran sujetadas directamente por un humano y sin embargo algunos seguramente eran tan inútiles que ni siquiera eran capaces de esa sencilla tarea.

Los tres rieron entre ellos por el comportamiento de los insectos, seguían interesados en el dulce aroma pero habían visto suficiente. Se dieron la vuelta, alejándose de la ciudad yendo hasta la vegetación seca de la zona, era interesante como en un área tan pequeña como en la que vivía Rodan. podía haber una gran cantidad de diversidad de climas, en una ciudad habia montañas nevadas mientras que la de un lado estaba un desierto, sin contar lo coloridos que podían ser algunas plantas o animales. No era lo más exótico que hubieran visto aunque igual les gustaba. Tal vez el plan de su compañero era llevados a los mejores sitios y que pudieran apreciar justamente esto.

Escucharon a Rodan llegar pero ahora traía algo diferente que notaron a simple vista. En su pico llevaba una gran cantidad de árboles, algunos floreados de distintos colores y otros de hojas tropicales 一palmas一. Estas cosas al llegar se las acercó con su pico a los contrarios, lo cual no entendieron lo que significaba ¿queria que lo comieran? Desde aquí podían oler que no tenían el mejor sabor del mundo aunque si un muy buen aroma.
Rodan seguía esperando pero ellos se negaban a comer, por lo que decidieron tomar el montón de árboles, acercadose San para recogerlos con cuidado con su boca. Los otros dos pudieron contemplado con más atención, había árboles con flores amarillas y otros color rosa fuerte, eran agradables a la vida, los colores no se complementaban del todo bien pero eso mismo lo hacía llamativo.

Golden Years (𝓡𝓸𝓭𝓸𝓻𝓪𝓱)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora