Recuerdos que no se van.

948 207 174
                                    













- ¡¿Se puede saber que diablos es lo que pretendes?!.- Yibo irrumpió en la habitación de sus padres.

- Puedo ver que ya tu madre y tu hermana te dieron la noticia.- El señor Wang dejó su periódico.

- ¿Que es eso del compromiso? ¿Acaso me pediste opinión sobre ello?

- No lo creí necesario.

- ¿Qué?

- Estas comprometiendote con Bai Xing, así que no vi ningún inconveniente.

- ¿Acaso te volviste loco?

- ¿Que no tu y Xing'er han sido mejores amigos desde niños? Recuerdo que decías que cuando fueras adulto la convertirías en tu esposa.

- ¡Eso fue cuando era niño! ¿Quién toma la palabra de un niño en serio? Además Xing'er y yo llevamos 10 años sin vernos, ni siquiera nos comunicamos ¿Llamas a eso ser mejores amigos? Ni siquiera recuerdo su rostro.

- No importa.- Agitó su mano.- Se que desde que se reencuentren el cariño florecerá, ustedes están hechos el uno para el otro.

- En verdad estas loco.

- Solo estoy pensando en tu futuro, además no entiendo cuál es el problema, Xing'er es una gran chica, es una profesional en su área y es una excelente mujer, puedo decir que es mucho mejor que esas pequeñas amantes con las que te has estado acostando.

- ¿Acaso eso me importa?

- Ya es hora de que dejes de jugar al casanova y que tomes las cosas con seriedad ¿No has pensado que en algún momento puede cometer un error a causa de tu jueguito? Podrías incluso embarazar a una de esas mujeres y entonces si tendrías que atarte a ella por obligación.

- Agradezco tu consideración.- Sonrió mostrando ironía.- Pero puedes estar tranquilo papá, eso nunca sucederá.

- ¿Por qué?.- Dibujó media sonrisa.- ¿No te volverás a acostar con ninguna mujer?

- Parece que tienes el don de la adivinación papá.- Habló con un tono de burla.

- Ya está decidido, en 2 días Xing'er y sus padres estarán aquí para la fiesta de tu hermana y para concretar el compromiso.

- Veremos si tu plan se llega a cumplir.- Se dio la media vuelta y se marchó.

- Así es...ya veremos.

Las discusiones entre padre e hijo eran habituales en la casa Wang, ya todos se habían acostumbrado a escuchar los gritos de padre e hijo y al ambiente tenso.

Todos sabían que tanto padre como hijo nunca estarían del mismo lado de la acera, eran dos personas de temperamento fuerte y de gran terquedad. Cuando ambos se enfrentaban esto solo podía ser definido como el choque de dos enormes rocas.

Tanto la madre como la pequeña Wang se encontraban en medio de aquella situación más no dejaban de elegir un bando y era al lado de Yibo, ambas sabían que a pesar de que este fuera una persona terca y reacia estaba en todo su derecho de renegar, protestar e incluso pelear con uñas y dientes pues el padre tenía la mala costumbre de obligar a los demás a que hicieran lo que era su voluntad.

Las personas habían estado acostumbradas al comportamiento autoritario del Patriarca Wang, debido a ello siempre terminaban cediendo a sus órdenes o caprichos, solo uno no estaba dispuesto a convertirse en un sumiso más y este era Wang Yibo.

No podía aceptar que su padre tratara de moldear y definir su vida a su antojo, ahora mucho menos que había despertado con los recuerdos de su vida pasada en donde había sido un joven que vivió libre y sin ataduras, no iba a permitir que nadie le atara una cadena alrededor de su cuello y le indicara cuando debía o no ladrar, era su vida y por lo tanto la viviría como quisiera.

RETURNWhere stories live. Discover now