Conflictos.

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Desde su regreso del hospital Song Cain se ha mantenido encerrado en su habitación, no ha podido controlar los pensamientos que lo tienen abrumado.

No es nada fácil despertar y darse cuenta que aquello que todo a tu alrededor ha dado un giro de 160°, que aquella vida la cual solías llevar ahora cambiaba de rumbo.

Las personas que deberían de estar a tu lado ya no lo están, en cambio otros a quienes nunca habías imaginado tener a tu lado se encontraban alli, junto a ti tomando tu mano y siendo parte de tu vida.

Cain se sentía agobiado ante los recuerdos, si dijera que recuerda su último momento con exactitud estaría mintiendo, sólo recuerda ir sobre la moto angustiado y furioso ante el dolor de Wang Yibo, luego de eso todo lo que viene a su mente es oscuridad y confusión.

Pero aquello que más lo agobiaba era el hecho de que sus sentimientos, tanto pasados como presentes se habían mezclado de tal manera que se sentía en medio de una enorme encrucijada.

Aquello era una mezcla tan compleja y confusa que sentía en cualquier momento su cabeza explotar.

Se suponía que debería de odiar a Xiao Zhan, detestarlo por el dolor que le había causado a Yibo y hasta cierto punto si sentía algo de aquel rencor muy dentro de su, pero a su vez no podía dejar de sentir aquel afecto que había nacido hacía aquella persona.

Un afecto, un cariño que había sido forjado por la unión, el apoyo y el amor que ambos se habían otorgado, para Cain era difícil obviar estos sentimientos ya que los recuerdos de su historia con Zhan se encontraban más que presente.

Algo tenía muy claro y era que el amor que aseguraba ser el más seguro y fuerte se había debilitado. Cain no podía asegurar que amar a Zhan como antes más tampoco podía asegurar que dentro de él no quedaba al menos un pequeño rastro de aquel amor, algo que le impedía alejarse de Zhan por completo, algo que lo hacía seguir aferrado.

- Cariño.- La señora Song abrió la puerta de la habitación.- A-Zhan está aquí.

- Gracias mamá.- Sonrió.

- Vine tan pronto terminé.- Zhan camino a toda prisa hacia él.- ¿Ya te sientes mejor?.- Acarició su mejilla.

- Ya estoy mejor.- Tomó la mano de Zhan.- No tenías que venir tan a prisa te dije que estaba bien.

- ¿Acaso se me va a prohibir estar con mi novio?.- Se sentó a su lado.

- ¿Como fue tu día?.

- No hubo mucho trabajo.- Hizo una mueca.- Fue un tanto aburrido. ¿Y tu día?.

- Igual de aburrido.- Sonrió.

- Bueno...- Se desprendió de su chaqueta.- Yo puedo hacer que ese aburrimiento desaparezca.- Se trepó a su regazo.

- Zhan, espera.- Colocó sus manos en la cintura de Zhan.

- Mi papás están en casa.

- Prometo ser muy silencioso.- Besó sus labios.

- Zhan, no creo...

- Tu solo dejame a mi todo ¿De acuerdo?.- Susurró sobre sus labios.- Voy a levantar tu ánimo.- Se mordió el labio.- Y otra cosa más.

- No creo que sea...

Si había algo que le quedaba claro a Song Cain era lo determinado y terco que era Zhan, sabía a la perfección que sí este estaba decidido a algo no importaba las trabas o las objeciones, no se quedaría quieto hasta conseguirlo.

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