RETURN

Juntos y a solas.

Despertar sintiendo como aquellos largos dedos se deslizaba por su negro pelo era maravilloso. Aquellas caricias tenían un efecto dulce y tranquilizante, como si supieran la clave para calmar el alma.

Esbozó una sonrisa antes de abrir sus ojos, aquel pecho donde su cabeza reposaba era cálido y cómodo, el calmado sonido de los laitos retumbando suavemente en sus oídos era un tanto melodioso.

- ¿Por qué no seguiste durmiendo?.- La voz de Yibo era suave.

- Ya dormí suficiente.- Zhan depósito un beso en el pecho de Yibo.

- Puedes seguir descansado, hoy no iras a trabajar.

- Imagino que alguien movió sus influencias para eso.

- Por algo soy el jefe.- Sonrió.

- ¿Y tu? ¿Por qué no estas durmiendo?

- No puedo dormir.

- ¿Eso por qué?

- Porque no he dejado de pensar en lo que ocurrió anoche.

- Actúas como si fueras un principiante.- Hizo una mueca.

- Es que...- Tomó el cuerpo de Zhan y lo tumbó a la cama.- Fue algo maravilloso, todavía recuerdo como decías mi nombre mientras me veías a los ojos y...- Se relamio los labios.

- Si...puedo darme cuenta que tan emocionado estás.- Bajó su mirada y sonrió con picardia.- De hecho puedo sentirlo.

- Lo siento Zhan Zhan.- Se mordió el labio.- Es algo que no puedo controlar.

- Bien, entonces hagamos algo para arreglarlo.- Lo empujó haciéndolo caer de espaldas en la cama para luego treparse sobre él.- Resolvamos es no tan pequeño asunto.

- No se si te lo he dicho ya.- Llevó sus manos a sus nalgas y las apretó.- Pero tienes un montón de ideas maravillosas.

A pesar de que habían pasado toda la noche entregados a la desbordante pasión y que sus cuerpos empezaban a sentir los embates de aquella lucha la pareja no se detuvo.

Decidieron tener otro encuentro, volvieron a unir sus cuerpos y se perdiendo en aquella erotica danza.

Ese día dentro de aquella habitación de hotel un par de amantes dedicó su tiempo al placer el calor pero en especial al amor.

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- Tía ¿Que opina de estas flores?

- Están hermosas.- Dejó escapar un suspiro mientras las veía.- Lástima que tendrán que ser usadas para montar un circo.

- Entiendo que se sienta de esa manera.- Bai Xing bajó la mirada.- En verdad me siento avergonzada, Yibo está haciendo esto por mi.

- No cariño.- Dió algunas palmaditas en la mano de la chica.- También lo hace por él, mi esposo no le deja otra opción.

- En verdad espero que esto de resultado y que al final tanto yo como Yibo podamos estar con quienes en verdad queremos.

- ¿Mi bebé?.- Sonrió.- ¿Acaso sabes algo sobre mi bebé?

- Yo...- Se agitó.- No...no...yo...

- Tranquila cariño.- Sonrió con suavidad.- No tienes que decirme nada, ya se muy bien que sucede.

- ¿Lo sabe?.- Se sobresaltó.

- Tenía mis sospechas pero tu comportamiento me lo acaba de confirmar.- Dejó espacar una carcajada.