Cuando el Corazón Manda.

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- Aún sigue lloviendo.- Zhan suspiró con resignación mientras observaba la lluvia desde la ventana.- Bueno león creo que nos quedaremos otro rato aquí.- Frotó la cabeza de su mascota.

- ¿Por qué estas suspirando tan temprano?.- La voz de Yibo se escuchó a sus espaldas.

- Buenos días.- Sonrió.- Solo estaba viendo la lluvia, no ha parado desde ayer y me preocupa.

- Los noticiarios informaron que es una tormenta.

- Pero yo debo regresar a casa de mis tíos y a mi empleo, si es que aún lo conservo.

- Con esta tormenta no podrás hacer nada, solo esperar a que pase.

- Imagino que es así.- Suspiró.- Oye, tome algunas cosas de tu cocina y preparé el desayuno, espero que no te moleste.

- No debiste hacerlo, eres un invitado.

- Esta bien.- Agitó su mano.- Vamos sientate.

- ¿Café?.

- Esta vez sin sal.- Asintió.

- Gracias por el desayuno...- Hizo una pausa.- Zhan...¿Haz hablado con Cain?

- No...- Llevó una porción de alimento a su boca, luego se relamio los labios.- Quedamos en que le daría el espacio necesario.

- ¿No te sientes triste por esto?

- ¿Crees que porque me veo de esta manera no estoy triste?.- Sonrió.- Claro que lo estoy...- Jugo con su cubierto.- Nuestra relación no fue tan larga aún así fue linda...la mejor.- Suspiró.- No es fácil dejar de lado las vivencias, los sentimientos...los recuerdos, nada de eso se puede olvidar de un momento a otro, no cuando fue algo especial.

- Lo sé muy bien.- Yibo se quedó viendo la lluvia.

- Pero aunque me duela se que lo voy a superar, si está en nuestro destino el volver a estar juntos entonces así será sino...- Se encogió de hombros.- Solo quedará buscar la manera de superarlo.

- ¿Y que pasa cuando por más esfuerzos que pongas y más determinación no terminas por superarlo?.- Se quedó viéndolo.

- No sabría decírtelo...- Sonrió.- Lo haré si llego a ese punto.

- ¿Y tu pequeño león?.- Frotó la cabeza del perro.- ¿Ya desayunaste?

- Por lo visto ambos se han hecho muy amigos.- Se quedó viendo la interacción entre Yibo y su mascota.

- Ya te dije...- Jugueteo con las orejas del perro.- Nosotros tenemos una conexión especial.

La lluvia caía de forma torrencial aquella mañana, los noticiarios informaban sobre la tormenta y daban instrucciones a los ciudadanos para resguardarse y estar seguros contra los embates de la naturaleza.

Las personas se resguardaban en el interior de sus hogares mientras esperaban que está tormenta terminara, algunos habían aprovechado para descansar, otros seguían laborando desde casa y otros maldecian el clima por haber estropeado uno que otros planes.

Nadie se imaginaba que aquella tormenta sólo era el producto de una travieza deidad que siendo asediado por los caprichos de su hermana menor ponía en función sus poderes con el fin de que dos almas tontas y testarudas pudieran finalmente salir de aquel estancamiento en el que estaban.

Mientras afuera el clima era un caos en la cálida cocina Wang Yibo y Xiao Zhan compartían un desayuno acompañado de una entretenida platica.

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RETURNWhere stories live. Discover now