Jojo's Love

Eyes of Heaven... Parte 3

Hola y como están??. Espero que bien.

Acá les traigo ya la tercera parte

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Abrí mis ojos cuando los rayos del sol brillaba con intensidad sobre mi cara, se sentía bien pero quería seguir durmiendo así que tape mi cara con las sábanas pero la puerta se abrió de golpe, logro asustarme y me destapé.

La persona a mi lado sonreía mientras dejaba una bandeja en la mesita cercana, nuestros ojos se encontraron y, está vez, eran los ojos ámbar más hermosos que había visto.

- Estás despierta. - Beso mi mejilla. - Vamos, hay que levantarse.

- No quiero. - Me di la vuelta mientras me tapaba.

- Entonces tampoco quieres un poco de chocolate, verdad?. - Podía escucharlo tentarme. - Tampoco estar con nuestro hijo?.

- H-haruno... - Mencioné mientras me daba vuelta para verlo despacio.

- Así es. - Asintió. - Nuestro pequeño hijo.

- Y-ya me levanto. - Me senté en la cama para salir pero él me detiene. - Que sucede?.

- Las reinas deben comer en la cama. - Me acercó la bandeja con la comida. Era una torta(pastel) de chocolate, estaba babeando casi por comerlo. - Además, debes cuidar a nuestro próximo hijo.

Me sorprendí por sus palabras y también, al verme mejor, por la enorme panza que cargaba (No puede ser, eso es mierda acumulada). Sonreí, íbamos a tener otro niño aunque me emocionaba más si fuera una niña. Me apresuré en comer el desayuno que mi esposo había traído para mí, sonreía mientras comía cada bocado, lo miré y besé sus labios suavemente.

- Gracias,Cariño. - Mencioné alegre. Dio parecía algo embobado luego se marchó de la habitación.

Una vez que finalice mi desayuno, deje la bandeja a un lado y me levanté de la cama, está enorme panza que tenía era algo pesada, sabía de alguna manera que era un niña más que otro niño así que me reí. Lentamente, fui al armario a sacar ropa, mi ropa de embarazada era linda y cómoda así que estaba feliz por eso.
Una vez vestida, salí de la habitación y baje lentamente las escaleras, podía escuchar algunos ruidos que venían del enorme comedor, una vez que finalice las escaleras, mire a un lado y... Ahí estaba. La máscara de piedra, padre le tenía mucho cariño.

Una punzada en la cabeza dolía más que una puñalada, eso pensaba cada vez que me pasaba, sentí unas manos tomar las mías. Un pequeño niño rubio me miraba con mucho cariño.

- Mamá, te sientes bien?. - Preguntaba. Su pequeña carita mostraba lo preocupado que estaba.

- Estoy bien, Haruno. - Respondí.

- Mamá!.

- Si?.

- Papá me llama Giorno. - Abrí mis ojos. - Dice que me queda mejor.

- Parece que papá quiere que lo mate de verdad está vez... - Murmuré.

- No lo hagas, mamá!. - Reía mientras miraba como el niño tiraba de mi vestido suavemente. - Papá no es malo.

- Está bien, no te preocupes pero... - Me hacia la triste. - Quisiera que respetará más tu nombre. Después de todo, mamá eligió ese nombre especialmente para ti.

- Claro!. - Haruno hizo una pose extraña. - Mi nombre es Haruno Brando!.

Él me sonrió y tome su mano nuevamente para caminar hacia el comedor pero, antes y sin darme cuenta, mire por última vez la máscara de piedra. Una vez en el lugar, Dio esperaba sentado por nosotros, Haruno corrio hacia él y ambos se abrazaron. Esa escena era muy tierna.