El Actor se divorciará [ABO]

Capítulo 102

Cuando Rong Yue regresó a casa, el cielo ya estaba oscuro y la habitación estaba completamente a oscuras. Barrió el sótano cuando se cambió de zapatos, pero no encontró a Ming Su Zhou.

Dejó las cosas que había traído sobre la mesa y subió con cautela las escaleras. Las cortinas del dormitorio principal no estaban cerradas, y a la luz de la luna, Rong Yue no vio a Ming Su Zhou aquí. Se paró frente a la cama e inclinó la cabeza en silencio. Con una respuesta en su mente, suspiró suavemente y se dio la vuelta para ir a la habitación contigua.

Ming Su Zhou estaba sentado en la alfombra, de espaldas a la puerta, y frente a él había un pequeño caballo de madera.

Esta era la habitación para el bebé que había preparado ese año, el mobiliario y la decoración del interior no habían cambiado, las mantas y los pañuelos del niño se habían lavado con regularidad y olían ligeramente a fresco, como si los hubiera usado un niño pequeño.

Los dedos de Rong Yue sobre el pomo de la puerta se tensaron inconscientemente, su corazón dolorido e insoportable.

La pequeña lámpara de nube que había sobre la cama se encendió en silencio, y la espalda de Ming Su Zhou era delgada, cómo no iba a derretirse en la cálida luz. Rong Yue se paró en la puerta y lo miró, pensando que su cuerpo probablemente estaba frío en este momento.

Empujó la puerta y se acercó rápidamente, abrazando a Ming Su Zhou por detrás. No sabía cuánto tiempo llevaba este hombre sentado aquí, que su cuerpo estaba ligeramente frío en este clima de verano. Rong Yue apoyó la mandíbula en su hombro e inclinó suavemente la cabeza, sus labios rozaron el lóbulo de su oreja fría, preguntándole en voz baja: "¿Por qué estás sentado aquí, no tienes frío?"

Ming Su Zhou estaba un poco perdido en sus pensamientos y se olvidó de separarse de este abrazo de Rong Yue, no había hablado durante mucho tiempo y su voz estaba apagada cuando abrió la boca, "No había nada que hacer, así que vine a echar un vistazo".

Rong Yue miró hacia abajo y vio el pequeño pañuelo amarillo que llevaba en la mano, con suaves pétalos de flores rosas bordados en la esquina inferior derecha, no pudo evitar abrazar más fuerte a Ming Su Zhou y le susurró al oído: "La culpa es mía, me olvidé de cerrar la puerta, por eso viste esto, estás triste otra vez, ¿verdad?"

"Esta bien". Ming Su Zhou sacudió la cabeza y alargó la mano para empujar el caballo de madera que tenía delante, que se balanceaba de un lado a otro, proyectando torpes sombras en el suelo.

"Hace tanto tiempo, y no quiero sacarlo a relucir todo el tiempo, no hay necesidad de que los demás se aflijan conmigo".

El pequeño caballo de madera crujió hasta detenerse y Ming Su Zhou sonrió un poco a regañadientes: "Sólo pienso en ella de vez en cuando, me pregunto si está bien".

Rong Yue agarró sus dedos fríos y los llevó a sus labios y los besó: "Era una niña sensible, habría sido muy hermosa".

El calor regresó al cuerpo de Ming Su Zhou, los pensamientos que habían estado vacíos toda la tarde sólo regresaban ahora, giró la cabeza para mirar a Rong Yue y le preguntó: "¿Se ha resuelto todo en casa de padre?"

Ni siquiera se dio cuenta de que la palabra "padre" ya había sido pronunciada de forma amable, y Rong Yue sonrió, sin recordárselo. Ming Su Zhou giró la cabeza y las puntas de sus narices estuvieron a punto de tocarse. Rong Yue percibió el leve olor a cedro en su aliento y, por un momento, no se contuvo y le besó la punta de la nariz.

A Ming Su Zhou le pilló desprevenido y le dejó salirse con la suya, le miró con desprecio antes de darse cuenta de que seguía fuertemente sujeto por los brazos de Rong Yue, su codo retrocedió de golpe, golpeando a Rong Yue justo debajo de las costillas, Rong Yue aspiró una bocanada de aire frío y le soltó, tumbándose en la alfombra, "Su Zhou, eso duele".