Él, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio.
Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...
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Una semana, había pasado una semana desde el último incidente. La chica se sorprendió de que el alfa había asistido a todas las tutorías sin falta. Era sumamente raro verlo ahí por su propia voluntad sin rezongar de cualquier cosa. Sin duda algo en el cambio de un día a otro. Esa platica con su entrenador y el riesgo de no jugar en los partidos hizo que el alfa se pusiera las pilas, algo que la chica no sabía en realidad.
Julián jamás le explico a Meztli la razón por la que la estaba buscando la vez pasada y la chica no quiso molestarse en preguntar ya que le traía un recuerdo desagradable, bueno a ambos. Simplemente se preguntaba qué era lo que le pico a ese chico para haber cambiado, ni siquiera han tenido peleas y eso sí que desconcertaba a la chica. Julián, el chico rebelde, ¿comportándose bien? Eso sí era para asustarse.
Sin embargo, sea lo que haya sucedido, la chica lo agradecía. Al fin pudo trabajar civilizadamente con aquel chico. Podía sentir la libertad acercándose, si seguían así iba a poder deshacerse del chico lo más pronto posible y disfrutar el resto del año sin tener que lidiar con ese tonto alfa.
-Bueno, al fin terminamos por el día de hoy.-hablo Meztli mientras empezaba a guardar sus cosas en la mochila.-Ya puedes irte a tu entrenamiento y repasar lo que vimos hoy en casa. Si tienes alguna duda del material de hoy me puedes preguntar mañana cuando nos veamos otra vez.
-Sí, gracias. Me retirare, que tengas buena tarde.-sin más el chico se levantó para retirarse del sitio sin dejar responder a la chica.
La chica solo pudo ver salir al alfa a paso apresurado. Estaba confundida por su comportamiento, pero no le tomo importancia. Lo más razonable era que no quería llegar tarde a su entrenamiento o simplemente no le gusta estar en el mismo lugar que ella por mucho tiempo. No lo culpaba, ella estaba igual.
La omega salió del cuarto reservado en la librearía para empezar su camino hacia la salida. Al menos así hubiera sido si no fuera por tal beta de cabellera rubia estorbándole el paso. Meztli la recordó al instante, era la chica de la librería. La misma con la que Julián había tenido sexo entre los estantes de libros.
Meztli la miraba con cara de confusión pero simplemente decidió ignorarla. La beta podía estar ahí esperando a otra persona o amante y por esa razón estaba parada ahí sin fijarse que estorbaba el camino.
-Con permiso-hablo la omega amablemente intentando pasar por un lado de la chica rubia.
-Meztli, ¿cierto?- pregunto la chica con cierta molestia. La omega solo pudo fruncir aún más el ceño.
-¿Si? ¿Te conozco?-la omega no sabía cómo aquella chica sabia su nombre pues nunca se habían topado en la escuela o compartido alguna clase juntas. Sería muy poco probable que esa chica la conociera de otro lugar pues Meztli no era de muchos amigos.
-Oh donde quedaron mis modales, mi nombre es Giselle, Giselle García.-estiro su mano en forma de saludo a lo cual la omega un tanto dudosa devolvió el saludo.- Mira no quiero ser de esas típicas chicas toxicas que protegen a su chico, en este caso Julián, pero tengo que ser clara.
