Él, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio.
Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...
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¿Fingir ser violada no es nada?
Esa frase no dejaba de proyectarse en su mente. No entendía porque Giselle seguía con lo mismo, al igual que la madre de Alejandro. Ella jamás fue violada y mucho menos fingió algo tan atroz para separar una familia. ¿Qué ganaría con ello?
Para empezar, duda que su familia sería capaz de ocultarle algo tan importante. No serían capaces, ¿verdad?
El solo hecho de saber que le estuvieron viendo la cara todo este tiempo o que le mintieran le dolía. Sentía su delicado corazón estrujarse con ese pensamiento. Sin embargo, sabía que si le preguntaba a sus padres de ese tema estos simplemente negarían todo o evitarían dar información tal como la primera vez que pregunto por aquel alfa.
Esteban Navarro
Debía saber quién es aquel señor. Parecía ser que su identidad es la respuesta que busca para completar aquel rompecabezas que todo mundo ha negado ayudarla a resolver.
Debía hacer su investigación por su cuenta.
Se levantó finalmente de su cama con solo el objetivo de buscar su laptop y así encenderla para empezar con su búsqueda. Si tanto le decían que aquel alfa fue encarcelado por falsa acusación de violación debía haber alguna noticia de eso. Normalmente crímenes de esa magnitud son cubiertas por la prensa y muchas páginas de noticias, por lo que debía ver algo de ese caso.
Aunque para ser sinceros, Meztli tenía miedo de encontrar algo que era mejor no saber. ¿Y si todo lo que decían aquellas dos mujeres era verdad? ¿Cómo se iba a sentir? ¿Cómo vería a sus padres de ahora en adelante? Esos seres maravillosos que siempre le enseñaron valores y a ser una persona de bien.
No. Lo menos que debía hacer era dudar de ellos. Son en las personas que más confía, son sus padres de los que estamos hablando.
Después de un rato de debatir si debía continuar con su búsqueda o no, se animó a escribir en el buscador de internet el nombre de aquel alfa. Su corazón latiendo desenfrenado por cada clic que hacía en su computadora portátil. Mordía sus labios con fuerza, parecía que en algún momento se arrancaría su labio inferior por lo fuerte que encajaba sus dientes. Solo debía presionar en "buscar" para obtener resultados, pero sus manos no cooperaban para nada. Estaban temblando demasiado que apenas y podía mover el mouse sobre el escritorio de su habitación.
—Vamos, solo respira. —trato de calmarse, inhalando y exhalando varias veces. —Todo estará bien.
Al menos eso esperaba con todo su ser. Después de soltar el aire varias veces, pudo recuperar un poco su compostura, dándole clic en el botón lanzando varios resultados.
Sus ojos se abrieron en grande no comprendiendo lo que leía en los encabezados de cada página.
"Trabajador de limpieza entra en celo en plena jornada de trabajo en una escuela primaria y viola a una niña de 10 años."
