♡Capítulo 60♡

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— ¿Gina, verdad?

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— ¿Gina, verdad?

La omega pelinegra volteo hacia la voz masculina que le estaba llamando, topándose con el chico pelirrojo y ojos azules claros. Gina lo reconoció al instante como el salvador de su mejor amiga.

—Que tal, Alejandro. —asintió con una pequeña sonrisa, dejando al lado su lectura sentada en una de las mesas de la biblioteca. — ¿Se te ofrece algo?

— ¿Sabes algo de Meztli? No me ha contestado mis mensajes.

Gina borro su sonrisa cambiando su rostro a uno de tristeza y preocupación. Su amiga tampoco respondía sus mensajes ni los de sus amigas por lo que supusieron la situación era peor de lo que pensaban. Ahora era un hecho que irían a visitarla después de clases, no dejarían a su amiga sola.

—Tampoco responde nuestras llamadas por lo que iremos a verla hoy. Estamos preocupada por ella.

— ¿Creen que pueda acompañarlas? Estoy preocupado por ella también. —Alejandro le suplico con la mirada a la omega ya que estaba se miraba indecisa de si dejarlo acompañarlas.

No sabía cómo reaccionaría Meztli, por lo que no quería que se alterara al ver a muchas personas. Sin embargo sabía que Alejandro no era un desconocido ya que tenían tiempo hablando. Era un hecho que ya eran amigos por lo que no tenía nada de malo que fuera, ¿cierto?

—Supongo. —soltó por fin, ocasionando que el chico sonriera en grande.—Iremos después de clases, así que espéranos en la entrada de la escuela.

—Bien.

Gina vio como el pelirrojo se alejaba del lugar mientras soltaba un pesado suspiro. Espera con todas sus fuerzas de que Meztli se encontrara bien y que simplemente estuviera ocupada con cosas de escuela como para checar su celular.

 Espera con todas sus fuerzas de que Meztli se encontrara bien y que simplemente estuviera ocupada con cosas de escuela como para checar su celular

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Todo seguía dando vueltas en su cabeza. Por más que dijo que no haría nada al respecto, no podía simplemente ignorar lo sucedido. Estaba desesperado de ir a ver a su tutora y cerciorarse de que se encontrara bien, pero no tenía el valor de hacerlo. ¿Con que cara iría a verla? Más bien, ¿qué le diría al verla?

Aun no podía procesar el hecho de que ella era una omega. La omega que su lobo pide a gritos y no sabe porque. ¿Por qué la eligió a ella?

— ¿Aun no te cansas de llorar, perro mestizo?—soltó sin ninguna pisca de amabilidad el moreno. —No creí que aquella cuarto ojos te tendría así.

Julián lo fulmino con la mirada mientras el alfa moreno no se inmutaba en siquiera voltear a verlo, estaba más entretenido en sacar su uniforme del casillero para el entrenamiento.

—Si fuera por mí, te rompería la cara y te negaría el puesto como futuro capitán. —gruño mostrando los colmillos. —No te lo mereces, Axel.

— ¿Quién lo dice? ¿El chico que sigue un sueño sin sentido solo para quedar bien con su padre muerto?—soltó una risa sin gracia, encarando al capitán de una vez por todas.

—Nunca menciones a mi padre con tu sucia boca.

Julián estaba furioso, su aroma lo delataba fácilmente y eso aumentaba el ego del moreno que solo lo miraba con burla. Sabía que lo estaba provocando para que así perdiera los estribos y así definitivamente ser expulsado de las nacionales. Sin embargo, Julián no era tan idiota como para caer en los juegos infantiles del contrario. Ya sabía cómo Axel jugaba sucio para obtener lo que quería.

— ¿Acaso el pequeño Juliancito no tolera la verdad?—sonrió con cinismo. —No te tomaste muy bien lo del entrenador, ahora imagínate cuando te mencione el resto.

—No estoy para tus jueguitos, Axel. —se dio la vuelta para dirigirse a su propio casillero.—Sea lo que te traes entre manos, no me interesa.

— ¿Acaso no quieres saber más del asesino de tu padre?

Julián freno su andar con los ojos abiertos en grande, por un momento su respiración pareció cortarse. ¿Asesino de su padre?

— ¿De que estas hablando?—dirigió su mirada llena de furia hacia el alfa moreno que solo mostraba una sonrisa aún más grande por el estado de su capitán. — ¡Habla maldita sea!

—Creo que ya te dije suficiente. —maliciosamente se acercó un poco más al contrario, susurrando cerca de su oreja lo siguiente—: El resto te lo puede decir tu querido maestro de física.

La puerta fue abierta de golpe por un furioso castaño que salió a pasos gigantescos de los vestuarios. Axel por su parte miraba con orgullo lo destrozado que su querido capitán se miraba. Era un hecho que iría a confrontar a su maestro o, tal vez, asesinarlo.

Un sacrificio se haría para obtener respuestas.

Julián solo deseaba que todo lo dicho por su compañero de equipo haya sido una mentira. No sabría cómo reaccionaría si su profesor haya sido el responsable de la muerte de su padre.

Eso significaría que el asesino de su padre estuvo cerca de él todo este tiempo.


~.~.~.~

Una gran revelación ha salido a la luz. ¿Cómo creen que fueron los hechos? Escriban sus opiniones, los leo.

Quédense para saber la verdad junto a Julián en el próximo capítulo. 

Una Historia Muy Cliché- OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora