♡Capítulo 44♡

69 5 0
                                    

Meztli aferraba la tela de su falda con sus puños por debajo de la mesa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Meztli aferraba la tela de su falda con sus puños por debajo de la mesa. Se sentía aterrada por la presencia para nada agradable de aquella beta. Si bien, cuando entro por aquel arco que separaba el comedor con la sala, la chica le saludo de lo más falso como si nunca se hubieran visto. Aunque por una parte agradecía que así fuera, no deseaba tener alguna clase de altercado ahí mismo.

También estaba el hecho que le sorprendió mucho el que Giselle fuera familiar de Alejandro. Eso no podía ser cierto. ¿Cómo dos personas tan diferentes podían compartir la misma sangre?

—Entonces Meztli. —llamó la beta mayor, limpiando sus labios con delicadeza con la servilleta.—Cuéntame un poco de ti. ¿Qué piensas estudiar?

—E-eh...bueno. —comenzó algo indecisa pues el tener la mirada de los tres betas en ella no le ayudaba para nada. —Eh pensado en estudiar para ser maestra, pero aun no estoy muy segura.

—Eso es bueno. Siempre es bueno tener una meta para el futuro. ¿Tus padres son maestros también?

—No, mi padre trabaja en una compañía como analista financiero mientras mi mamá es una trabajadora social. Ambos trabajan demasiado para sacarme adelante.

—Parece ser que son muy buenos profesionistas.

—Lo son. —sonrió dulcemente de solo recordar como sus padres siempre han estado ahí para apoyarla en todo.

—Espero poder conocerlos algún día. —sonrió, pero Meztli sentía que algo escondía detrás de aquel gesto. Esta ultima hora conviviendo con la familia del pelirrojo, pudo sentir una vibra huraña por parte de la señora. —Bien, me retiro. Tengo que ir hacer unas compras al supermercado, ¿gustan algo?

—No, gracias señora Navarro, la comida estuvo deliciosa.

La mujer sonrió agradecida mientras se levantaba de la silla. —Llámame Ruth, linda, me dio mucho gusto conocerte, Meztli.

—El gusto fue mío. —sonrió, haciendo una pequeña reverencia con su cabeza.

— ¿Quieres venir, Giselle?—llamo a su sobrina que solo miraba sin mucho interés a su celular. En toda la cena no había dicho palabra alguna, es más, ni siquiera había mirado a la omega. La ignoro todo ese tiempo.

—Claro, tía. — se levantó en seguida de la silla para después seguirle el paso a la mayor y así desaparecer de la vista de ambos jóvenes.

Se escuchó la puerta de la entrada ser cerrada unos segundos después y con ello un silencio se hizo presente en toda la casa. Meztli sentía que ya era tarde y que debía irse. Para ser sincera, quería salir huyendo de ahí desde un principio y más cuando vio a Giselle ahí.

—Supongo que ya me tengo que ir. —rompió el silencio que se había formado entre ambos. Ninguno se había movido de su lugar desde que ambas mujeres se habían retirado. —Muchas gracias por la comida, tu mamá es muy agradable. —Y también muy intimidante.

Una Historia Muy Cliché- OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora