Él, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio.
Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...
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Maratón: 4/5
Después de aquella nota que ese alfa moreno le mando, la omega estaba aún más alerta. No podía confiarse ya que no sabía cuándo ese alfa podía hacer su siguiente movimiento y atacarla. La omega sabía que una vez Axel decidiera terminar con lo que empezó en aquella fiesta, ya no habría vuelta atrás, y eso le daba mucho miedo. Sabía que lo haría cuando nadie estuviera presente para salvarla de su horrible destino.
Meztli deseaba que ese alfa solo lo hiciera para molestarla y que no hablara en serio, pero con las pasadas experiencias pudo notar que nada de lo que decía era una broma. La omega había creído que después de esa fiesta las cosas se tranquilizarían, pero lo único que ocasiono fue que empeoraran. Ahora Axel estaba cruzando la línea al llegar al punto de agredirla, no solamente verbalmente, sino físicamente también. Nunca imagino que las cosas escalarían a este extremo tan perturbador y enfermizo por parte de aquel azabache.
Estaba tan perdida en aquella nota y en el dueño de esta misma que no pudo concentrarse en la lectura. Solo podía escuchar la voz de su profesor lejana y distorsionada. Meztli quería salir corriendo de ahí y alejarse lo más posible de ese psicópata, no entendía cómo es que nadie notaba su comportamiento tan agresivo y manipulador. Contralaba a la gente como se le diera la gana y, si quería, podía destrozarlas cuando ya no las ocupara. Ese era la verdadera naturaleza de ese alfa azabache, su verdadera cara. Sin embargo, nadie hacia algo porque sabían que perderían contra él por miedo a ser lastimados gravemente.
—Disfruta bien estos días, que no sabrás cuando pueda que decida acabar contigo, cuatro ojos. —una voz gruesa se dejó escuchar cerca del oído de la chica, haciéndola sobresaltarse en su lugar. —Ni creas que lo que te hare será como todas aquellas veces, eso solo fue un adelanto de lo que pasara después. —lambio lentamente el lóbulo de la chica, provocando repulsión en ella al sentir la viscosidad de su rasposa lengua y respiración en su oreja.
Sin embargo, no hizo nada pues tenía tanto miedo por lo que opto en quedarse quieta en su lugar; defenderse significaría tener más problemas con ese chico. En cambio el azabache gozaba ver lo destruida que se veía esa chica que juraba no temerle.
—Solo recuerda eso. —se separó de la chica para luego salir del aula.
Meztli seguía congelada en su asiento. Por estar tan perdida en sus pensamientos, no noto que la clase se había terminado y con ello que se había quedado a solas con Axel. Fácilmente pudo haberle hecho algo en ese momento por haber estado distraída. Lo último que quería era ser un blanco fácil para ese alfa, no le dejaría las cosas tan fáciles, aunque era más que claro que él tampoco quería las cosas tan fácil. Parecía ser que ese chico disfrutaba jugar con su mente para volverla loca y vaya que lo estaba logrando.
Estaba desesperada y se sentía atrapada en un pasillo sin salida. Por más que trataba de encontrar alguna solución ese chico parecía estar un paso más adelante arruinando todo.
