♡Capítulo 11♡

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Una semana paso desde lo ocurrido con su loba

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Una semana paso desde lo ocurrido con su loba. No volvió a ocurrir ningún otro suceso por lo cual por una parte era preocupante, pero también reconfortante por descartar la idea de que aquel alfa tenía algo que ver con ello. Y hablando de aquel alfa tonto, un poco menos tonto, pudo pasar su examen de matemáticas con una nota de siete. La nota más alta que había agarrado en toda su estadía en la preparatoria. La cara de sorpresa de todos fue graciosa de ver, hasta su maestro estaba estupefacto al ver que su peor alumno había pasado el examen. Y sin mencionar lo asombrado que Julián se veía al recibir su examen. Tanto fue su sorpresa que no podía dejar de ver su examen, lo llevaba alzado con mucho orgullo como si fuera el logro más grande de su vida. Y vaya que así parecía desde la perspectiva de Meztli.

Meztli se sentía orgullosa de sí misma por haber podido ayudar a Julián a pasar su examen. Sin duda sus tutorías valieron la pena después de todo. Y aunque no lo dijera en voz alta, también se sentía feliz por ese alfa. El verlo contento con su calificación le daba entender que también se sentía orgulloso de haber hecho algo bien que no se tratara de futbol.

-Debiste de ver las caras de todos-rio emocionado Julián- Sin duda nadie se lo esperaba.

-Ya veo, debes de sentirte muy contento con tu nota, ¿no?- pregunto con una pequeña sonrisa mientras tomaba lugar frente al alfa.-Me refiero, has de sentirte orgulloso de ti en estos momentos

Julián se había quedado en silencio un momento, no sabía muy bien que era lo que sentía en estos momentos, pero sin duda era una sensación que quisiera repetir más de una vez. Sin más asintió con una sonrisa de labios cerrados mirando a Meztli quien le devolvía la sonrisa. Se quedaron viendo por unos segundos en silencio hasta que ambos reaccionaron y desviaron sus vistas a otra parte. Incomodidad, eso sintieron en ese momento. No sabían el porqué de aquello pero por alguna razón ambos lobos se sentían un poco ansiosos.

Meztli no sabía que pasaba, después de una semana entera su loba volvió a reaccionar. En cambio, Julián no sabía porque su lobo se volvía más presente cada día. No entendía el porqué, pero podía jurar muy en su fondo que esto pasaba cada vez que estaba cerca de aquella chica. También podía escuchar como repetía omega, pero no entendía la razón de ello. El no miraba a ninguna omega en su presencia, no podía sentir aroma alguno.

Podía ser que no era un chico muy inteligente o no quería admitir que aquella chica era una omega usando supresores. No quería que aquella chica fuera la responsable del porque su lobo se alborotaba. Jamás había pasado eso, y no quiere que pase ahora. Antes ignoraba el reaccionar de su lobo por el hecho de que él creía que le transmitía su estrés que causaba que este se sintiera un tanto ansioso. Pero ahora que estaba más relajado podía decirse que su estrés no era la razón del reaccionar de su lobo. Sea lo que sea no dejaría que eso afectara su estabilidad o concentración, era lo último que necesitaba. Debía estar concentrado al cien por ciento para poder jugar en el siguiente partido que era sumamente importante si es que querían pasar a las nacionales.

-Bien-aclaro su voz la chica para antes de continuar- No sé qué te parecería tomar un día libre. Me refiero a que has hecho un gran trabajo y pues lo más que puedo hacer es darte un descanso. Has puesto mucho de ti.

-¿En serio?-el alfa se encontraba un poco confundido. ¿Acaso aquella chica estaba siendo amable con él? No, debía estar traumando algo.- ¿Es una trampa verdad? Cuando salga de aquí le dirás al maestro y así te desharás de mí.

Meztli rodo los ojos ante tal acusación. Eso ganaba al tratar de ser amable por una vez en su vida con aquel chico problemático.

-No-se sobo la cien con irritación.-Pero si no quieres podemos continuar estu...

-¡Ya me voy!-interrumpió el alfa mientras se levantaba de su asiento con tanta rapidez.- ¡Nos vemos mañana!

Y dicho eso, Julián desapareció ante la vista de la chica quien seguía estática en su asiento. No imagino que aquel chico tomaría tal oportunidad con tanto ánimo. Bueno, en realidad si se lo imaginaba pero al menos creyó que no saldría corriendo tan velozmente.

-Sí, de nada-susurro sin mucho ánimo, se sentía cansada pero al fin iba a poder descansar en su casa.

Guardo todas sus cosas a su mochila y acomodo lo poco que había usado del salón. Cerró la puerta del mismo y empezó su caminata a la salida de la biblioteca.

-Hey, alto ahí-una voz femenina, para nada agradable, detuvo su andar.- Te hablo a ti Meztli.

-¿Qué paso ahora Giselle?-volteo a verla sin mucho interés.

-Tu sabes a que vengo-se cruzó de brazos una vez se encontraba en frente de la omega.- ¿Cómo vas con la parte de nuestro trato? No eh tenido ningún reporte por tu parte. ¿Acaso ya te arrepentiste y no te importa que tu secreto se divulgue?

-Yo nunca dije eso.- dijo seria, la sola presencia de esta chica le ponía mal.

-Bueno, eso parecía al principio. Tenía que asegurarme.-dijo sin mucho interés.-Entonces... ¿Ya tienes información para mí?

-No-respondió cortante, y en realidad era la verdad. No había tenido tiempo para sacarle información al chico. Y no es como si fuera lo más importante para ella, pero si para la beta frente a ella.

-¿Y qué esperas?-la beta se miraba molesta por el contestar de la contraria. No le agrado el tono de voz que uso hacia ella.- Te di una tarea muy fácil de realizar.

-Si tan fácil es para ti, ¿Por qué no mejor lo haces tú?-escupió con enojo la chica de ojos color miel.

-Nah uh, no te conviene ser así conmigo-negó divertida la beta de cabellera rubia. Se acercó a la omega hasta llegar a su oído y susurrarle.-Te recuerdo que tu secretito sale a la luz o no dependiendo de que tan bien o mal haces tú parte.

Meztli se quedó plasmada en su lugar, no supo cómo actuar ante la cercanía de la contraria. Odiaba que invadieran su espacio personal pero tampoco podía hacer nada contra aquella beta. Estaba atada de pies a cabeza, la tenía a su merced y era lo que más odiaba. Giselle solo pudo reír con malicia por el estado de la chica. Sabía que la tenía a su merced y usaría eso a su favor.

-Solo haz lo que te digo, tienes de aquí hasta el fin del otro mes. Di tú que estoy siendo considerada y que te estoy dando un mes y medio.-y sin más que decir, la rubia se retiró dejando a Meztli con los nervios a flor de punta.

Ya no tenia de otra, era de hacerlo sí o sí. Solo deseaba que todo saliera bien y que aquel chico tonto no malpensara las cosas. Lo menos que quería era que pensara que también estaba detrás de él y que luego fuera la burla de todos.

Ocupaba un milagro, y vaya que uno muy grande... 

Una Historia Muy Cliché- OmegaverseWhere stories live. Discover now