Él, es el alfa dominante más rudo y popular de la escuela. Capitán del equipo de futbol americano, y considerado el número uno en todo menos en el estudio.
Ella, una simple omega como cualquier otra tratando de sobrevivir la preparatoria. Reservada...
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Meztli había fracasado en sacarle información a sus padres, por más que les preguntaba por aquel hombre ellos simplemente evadían el tema. Había llegado a su hogar con el propósito de averiguar más de ese nombre, pero simplemente solo obtuvo silencio.
Esteban Navarro.
No podía dejar de darle vuelta al asunto. ¿Por qué sus padres se esmeraban tanto en ocultarle el origen de ese hombre? ¿Qué tenía que ver con su familia? Simplemente parecía que sus padres querían evitar a toda costa aquel tema. Era como si de algo malo se tratara, lo cual hacia que la omega quisiera saber aún más acerca de ello.
Aun podía recordar el rostro de sus progenitores al escuchar aquel nombre. Ambos dejaron lo que estaban haciendo, tensándose al instante. Su madre se miraba pálida, podía notar temor en sus ojos. En cambio su padre parecía querer destruir todo, apretando con fuerza su mandíbula mientras arrugaba el periódico entre sus manos. Se miraba furioso y se preguntaba el porqué.
¿Acaso aquel hombre había hecho algo tan malo como para ser tan odiado por su familia? Parecía ser prohibido el mencionar de su persona.
Por más que Meztli quería saber la identidad de aquel sujeto, no le quedaba más que dejar las cosas así por ahora. Tal vez y no era nadie importante y solo malinterpreto la reacción de sus padres, al menos esperaba que eso fuera la verdad.
Ahora simplemente se sentía mal por haber salido corriendo de la casa del beta sin siquiera despedirse. Fue muy grosero de su parte irse sin agradecerle por la cálida tarde, sin contar el incómodo momento con su madre y su nada agradable prima.
El lunes se disculparía, pero por ahora no pensaría más en el asunto. Había cosas más importantes en las que tener en cuenta; por ejemplo, Julián.
El capitán de futbol americano la tiene demasiado confundida. Primero se odiaban a tal punto de no poder verse sin tener una discusión por lo más mínimo. Segundo, ¿desde cuándo se empezó a fijar en él? Juraba que jamás se fijaría en nadie y menos en ese chico. Al menos si llegaba a interesarse en alguien, definitivamente no sería alguien con esas características.
¿Quién entendía el amor? Después de todo es un tema complicado.
Meztli se preguntaba que pasaba por la cabeza de ese alfa. ¿También se sentirá igual que ella? ¿O ella solo estaba tomando las cosas más serias de lo normal? Sentía que complicaba las cosas de más. Tal vez y era cosa del momento y pronto todo volvería a la normalidad. Meztli tenía bien en claro que Julián no era de esos que buscaban tener relaciones serias y mucho menos salir con la misma chica más de una vez.
¿Qué la hacía pensar que sería diferente con ella? Sería muy ingenua ilusionarse con el capitán de futbol americano. Ni siquiera supo porque dejo que esto sucediera en primer lugar.
Era simplemente demasiado complicado.
Estaba tan sumida en sus pensamientos que apenas escucho el tintineo de su celular, indicándole la llegada de un mensaje. Meztli arqueo la ceja preguntándose quien pudo haberle mandado un mensaje tan tarde. Ya eran pasadas las diez de la noche por lo que era muy raro recibir notificaciones a estas horas.
