Capítulo 32: Posibilidades

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No supe qué decirle. Sus palabras me habían tomado por sorpresa y sinceramente, yo estaba actuando como una imbécil. ¿Qué carajo...? Miré la mano de Sean tocando la mía, no la estaba rozando, solo que los dedos estaban unidos. El beso fue extrañamente agradable, en ese momento, pero ahora me sentía rara, pero de una forma cómoda. Quizás, felicidad y podría serlo, intentar algo con Sean y ver que podría tener en el futuro. Algo muy lejano, remotamente de White Rose. Podría estar bien, estar lejos del submundo oculto a plena vista de todas las personas en el pueblo. ¡Los pobrecitos no sabían qué clase de criaturas tenían por vecinos! Sentí la mano de Sean entrelazándose con la mía; era tan raro pero al mismo tiempo, una parte de mí, me gustaba. ¡Realmente! Maldije y toqué, un mechón suelto de mi cabello y lo puse detrás de la oreja. Lo hacía por ansiedad.

—Podría ser —susurré, mirando nuestras manos y a Sean, al mismo tiempo.

Sean parecía estar feliz, porque me estaba sonriendo. Sentí un escalofrío. Respiré, tocando los nudillos de Sean y él parecía complacido.

— ¿Te encuentras bien? — inquirió con una mueca con los labios

Asentí.

—Quiero contigo, Lizzie. De verdad —me dijo con tono solemne. — Desde que murió mi madre, mi papá, bueno, él no ha estado muy...—vaciló. —Yo tampoco he estado muy bien desde hace tiempo, y mudarnos aquí, y conocerte en estos últimos meses, me ha parecido muy divertido —suspiró. —Tal vez, no le guste a mucha gente, pero realmente, quisiera intentarlo —comentó y añadió animado. — ¿Tú quieres? — me preguntó

Sean todavía sostenía mi mano, pero sentía un nudo en el estómago. Hacía algún tiempo me había preguntado, ¿qué clase de muchachos pudiera haber conocido, si no hubiera conocido a Rick? Bueno, aquí tenía la respuesta a esa pregunta, pero en estos momentos, estaba en una encrucijada. Era posible, si aceptaba darme la oportunidad de estar cerca de Sean y tener una relación normal. Quizás, podría ver dentro de diez años con él o también, no era un opción. Había conocido a Sean casi tres meses, aunque solo había visto una parte de él, y no sabía la otra mitad cómo era en realidad. ¿Estaba dudando? ¡Sí! ¡Era demasiado! Tampoco, podía quedarme en este lugar para siempre. Ya iba a dejar el nido de mi papá y mis hermanos, e irme a otro lugar fuera Connecticut o hasta del mismo país. Podría irme con Axel y mi cuñada, tenía opciones para poder elegir. ¿Estaba siendo egoísta? Tal vez. Pero todavía estaba vinculada al mundo paranormal con o sin él a mi lado. Por el otro lado estaba Michael y los chicos, y por lo que sabíamos, aún estamos en riesgo.

>>> Nada es tan simple <<<, pensé

Faltaba más por averiguar y si me marchaba con alguien —que no fue mi familia de mi lado—, era posible que resultara herido o muerto. No podía hacerle eso a Sean; era demasiado arriesgado ante una decisión así y estaba pensado en el horror ni el tormento, no en la felicidad ni en la paz. ¿Por qué era todo tan complicado?, y junto a la idea de mi padre de enviarme lejos de aquí, era una opción. Michael no había vuelto a mencionar sobre irme a Baltimore, ni tampoco yo lo había querido comentar, porque sinceramente, no sabía la respuesta de la familia Castle o si mi padre, había podido hablar mejor con ellos y su problema de liderazgo.

— ¿Lizzie? ¡Liz! ¿Estás bien? — me preguntó él. —Parecías perdida en tus pensamientos. —señaló confundido

—Eh...—balbuceé y entonces, noté que Sean había alejado su mano de la mía

Estaba tan absorta en mis sospechas que no había notado que Sean me estaba hablando y también, dejo ir mi mano. Me restregué los ojos y presioné el puente de mi nariz.

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