Capítulo 19: Catarsis

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El encuentro con Rick, había sucedido cómo siempre había temido, pero había logrado sobrevivir a nuestro reencuentro. Aunque quise llorar, no lo hice y aunque Rick no dijo nada más pero en su mirada pude notar, que estaba llena de dolor. Había ocurrido, finalmente había pasado. Era un hecho.

Rick y yo no estábamos juntos.

Al final tuve miedo de que él me odiara pero era así, yo misma se lo pregunté antes de irme. Rick no me odiaba y me dijo que no podía odiarme. Él no tenía rencores conmigo pero yo estaba más calmada por cómo habían pasado las cosas. Y cuando salí del auto, Alex estaba saliendo de la casa, hablando con Will. Ambos se detuvieron en cuento me vieron, hasta Alex me preguntó si estaba bien. Asentí y corrí hacia la casa para ir arriba y cerrar la puerta. Me quedé sentada en el suelo hasta que me levanté y miré hacia la ventana; daba hacía el patio del frente. Alex entró en el Lexus, Will se acercó al auto con una expresión de preocupación. Dejé de mirar y fui al baño, a lavarme. Un momento después, escuché el auto y se marcharon.

***

Cuando salí del baño, sentía menos tensión en el cuerpo pero estaba tranquila. Suspiré y me senté en el piso del baño. Miré hacía el techo. ¿Acaso estaba sufriendo un choque emocional o estaba imaginando cosas?, ¿realmente había pasado? Era tan extraño, estaba relajada pero no feliz. ¿Era normal?, ¿estaría teniendo brote psicótico o estaba soñando todo? Hice respiraciones lentas, mientras me clavaba las uñas en el muslo. Apreté los dientes, por el dolor y entonces, lo sentí. Sentí las uñas en mi piel, y significaba una cosa, ¡estaba viva! ¡No estaba dormida! ¡Sentía el dolor!

— ¡Carajo!—grazné y me levanté del suelo.

Apreté la bata de baño, con el cabello chorreando y salí. Alguien estaba sentado en mi cama. Era Will y tenía una expresión entre confundido y preocupado, al mismo tiempo. Hice una mueca y fui hacia él. Me senté a su lado y Will espero. Pacientemente.

Hubo un pequeño silencio, mientras secaba mi cabello y suspiré. Miré a mi amigo, Will me observaba con ojos suplicantes y suspiró. Will iba a hablar, cuando alcé un dedo y lo puse en sus labios. Lo callé. Exhaló por la nariz.

—Antes de que digas algo... Estoy bien, William —suspiré. — Yo...estoy bien. Y si estás preguntado si Rick y yo hablamos, la respuesta es sí. Él y yo hablamos...y ya se terminó. Nos dijimos todo y todo lo que habíamos hablado. —comenté y dejé caer mi dedo.

Will alzó las cejas.

— ¿Qué? ¿Es serio? — me preguntó. — ¿Ya se terminó?

Me levanté de la cama y me toqué la frente, cómo si me doliera

—Sí— dije con tono tranquilo, dándole la espalda. Me giré y Will me observaba, expectante. —Terminamos

— ¿En serio?

Lo miré.

—Sí...—murmuré.

Will movió la cabeza.

— ¿De verdad? —susurró

Asentí y él hizo una mueca.

— ¿Es en serio? — repitió de nuevo y fruncí el ceño.

— ¡Sí! ¡Sí, Will! ¡¿Acaso estás sordo o qué mierda?!— exclamé frustrada. — ¡Por el amor a...!

Resoplé y volví de nuevo a la cama. Me tiré en ella. Will suspiró y preguntó:

— ¿Segura que estás bien, Lizzie?

—Sí —jadeé.

— ¿Quieres hablarlo? — probó y resoplé.

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