Capítulo 42: Mis chicos, mi familia

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¡La imagen de arriba, dice mucho de esté capítulo! 

Sabía que mi padrastro era un Hombre Lobo pero jamás lo había visto transformado. Antes mis hermanos y Axel, me habían comentado que Michael se había transformado previamente pero luego de la muerte de mi mamá, dejó de hacerlo con frecuencia o pocas veces. Pero yo nunca lo había visto; era la primera vez y era... algo revelador. Mi papá no era muy diferente al resto de los Hombres Lobos, a mí alrededor aunque podía notar que tenía un poco más de pelo en la zona del cuello, aunque también un grueso en la zona del abdomen. Y otra cosa que me llamó la atención, era su color. Era de color blanco. Todo de él era tono blanco, igual que mi nueva cabellera. Era casi un chiste. Me sentía caliente y todo mi cuerpo se sentía de esa manera; mi pecho se sentía apretado y mi corazón estaba volando. Hasta escuchaba el zumbido de mi corazón en mis oídos y el sudor correr por mi piel.

¡Papá! ¡Oh, mierda!

¡Mike! ¿Eres tú? ¡Te ves muy bien!

Es bueno verte en acción de nuevo, papá

Chad, Lucas y Joel sonaron en mi cabeza. Michael soltó un gruñido, mientras salía de entre los árboles y contemplada la situación. Movió la cabeza, mirando a Ethan con su compañero y mi papá, soltó un bufido. Se desplazó en cuatro patas, mientras avanzaba hacia nosotros y se podía el frente de mí. La luz de la luna cambió y pude ver los intensos ojos de mi papá y él me observó. Pude notar la inquietud en ellos y hasta hizo un leve gemido, al mirarme. Sus agudos ojos me miraron.

Hija mía. Lo siento mucho, nena. En serio, perdóname.

El tono de voz era de preocupación. Se estaba disculpando. Exhalé con fuerza.

—Papá...—susurré. —Está bien. No es tu culpa tuya...

Escuché un suspiró en mi cabeza y Chad se movió cerca de mí.

No es culpa de papá. Es mía, Liz. Yo te arañe. Tanto Rick como yo, tenemos la culpa.

El tono de mi hermano también, era de disculpa. Y sus ojos expresaban tristes. Chad se sentía culpable.

—Está bien —le respondí, dando unos pasos y puse los brazos sobre su cuello. Abracé su cuello y puse la mejilla contra su pelo. Tenía un aroma...fuerte y resoplé. Me alejé de él y respiré. —Ya hablaremos, Chad—afirmé

Escuché un fuerte bufido y miré hacia dónde estaban Kevin con Ethan. Ethan estaba en posición de ataqué y Kevin estaba cerca de él. Los demás mostraban sus dientes y gruñían; Michael estaba delante de nosotros y los miró. Y mi papá habló.

Ethan te he ayudado con todo lo que pude y esperaba que pudieras madurar, por lo menos un poco pero veo que me equivoqué.

Ethan mostró sus dientes con furia. Michael continuó.

Llenarte de odio y aversión, a las cosas que hay en este mundo, diferentes a ti, no te llevaran a nada. Y mucho menos a recuperar a los seres amados, que perdiste. Y yo pensaba que éramos tú familia.

¡Pues te equivocas, viejo ridículo! ¡Por años rastrean al monstruo que masacró a mi familia y aquí en White Rose, pensaba que obtendría alguna pista pero fracasé! ¡Y he cambio desperdicie tiempo valioso, junto a una débil y patética manada con un Alfa Anciano, estúpido al formar alianzas con los vampiros!

Mi papá parecía tranquilo pero no sus ideas.

¡Los tiempos has cambiado, chico! Y lamento que hayas podido encontrar las respuestas a tu sufrimiento, pero si vas hacerles daño a los miembros de esta manada, sobre todo a mis hijos, estoy en mi derecho junto con mi hijo, de echarte de esté lugar. Y también tu cómplice.

Renacimiento © ✓Where stories live. Discover now