[3] Para amarte de nuevo - volumen 2

Capítulo 414: Sin piedad cuando se trata de amor

"No te asustes, hombre. Soy una persona viva con un corazón latiendo... roto", el 'fantasma' habló con un poco de molestia al principio, luego se atragantó un poco y su tono se llenó de agravios. ""...con un mundo destrozado, y sin esperanza de volver a amar."

"...."

No un fantasma.

Lu Yin Ze finalmente se calmó. Tosió. Se sintió tonto por enloquecer. Era solo una persona, una persona un poco extraña que tenía la habilidad de esconderse detrás de los arbustos.

Tang Yin suspiró con tristeza. Ella solo quería llorar y sucumbir a su soledad por más tiempo, pero este hombre de cabello plateado lo arruinó todo. Suspiro. Tal vez podría volver a llorar en secreto en algún lugar después de este evento.

Necesitaba dejar que su corazón se desahogara.

Salió de detrás de los arbustos, pero después de dos pasos, volvió a perder la voluntad. Si volviera, vería a Linfeng y a esa mujer juntos de nuevo, ¿verdad?

Después de enterarse de que Xiong Zhi era la novia de Linfeng, instantáneamente la tachó de su lista de amigos. ¿Cómo podría hacerse amiga de una persona que le arrebató el amor de su vida?

El dolor dentro de su pecho volvió. Volvió a sentirse sin aliento.

¡Maldición! Esa mujer era hermosa, tal vez un poco más linda que ella, ¡pero esa mujer tenía una cara muy fría! Esa mujer con parálisis facial en realidad era la novia de Linfeng...

Sus ojos se nublaron de nuevo.

"¿A quién no le gusta una mujer dulce? Practiqué mucho para convertirme en una mujer bonita, tímida y femenina. ¡Una mujer que saca el deseo protector de un hombre! ¿Es esa cara paralizada mejor que la mía? Bueno, está bien, tal vez sea más bonita, pero solo un poco, ¿de acuerdo? ¡¡¡Le falta el encanto de una mujer!!!" Tang Yin volvió a perder la calma.

Siguió gritando hasta que le dolía la garganta, pateando las rocas y agitando las manos en el aire.

Finalmente, después de mucho tiempo de llorar y gritar, se calmó lentamente, jadeando.

Silencio.

'...'

Lu Yin Ze, que estaba de pie en silencio a un lado, estaba estupefacta. Bueno, menos mal que no era un fantasma, pero daba más miedo que uno. Los fuertes rugidos de una leona parecían todavía resonar en el aire. Se palmeó las orejas para comprobar si seguían funcionando.

Esta mujer, ¿por qué gritar tan fuerte a su lado? ¿Su objetivo era reventarle los tímpanos?

Miró a la joven cuya apariencia se había vuelto muy desordenada. Su rostro estaba lleno de lágrimas secas, su cabello muy desordenado, su maquillaje estaba totalmente destruido por las marcas de las lágrimas y su vestido blanco estaba arrugado y sucio.

Sin embargo, siendo un caballero como era, le tendió un pañuelo y preguntó cortésmente.

"Disculpe, señorita, ¿está bien?"

Tang Yin, cuyo autocontrol se había ido en este momento, respondió con un tono duro. "No soy."

"... Si necesitas ayuda, puedo acompañarte a la... habitación privada?"

Maldita sea. Sonaba como un hombre coqueteando con una mujer.

Tang Yin lo miró bruscamente. Ella no tomó el pañuelo ofrecido.

Mirándolo de cerca, parecía familiar. Era una cara que no podía olvidarse fácilmente, por lo que probablemente aún no la había saludado cara a cara antes.