Vinimos diez a la Tierra.
Tenemos el mismo aspecto que ustedes. Hablamos igual que ustedes. Vivimos entre ustedes.
Pero no somos como ustedes.
Podemos hacer cosas que solo puedes imaginar. Tenemos poderes con los que solo pueden soñar. Somos más fue...
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Despierto incorporándome sobre una superficie dura, y tomando una bocanada de aire. Dios. Si que duele ser baleado. Extraño el encantamiento. La luz de la habitación se encuentra apagada, no logro ver nada por lo que enciendo mis luces para poder ver. No me desconcierta ver la veterinaria, pues de alguna forma ya lo sabía. Me siento diferente, y estoy consciente de más cosas que antes. Tengo que tomar mi Cofre y dirigirme pronto al lugar donde se encuentren los demás. Al menos sé que John, Marcus y Nueve piensan venir hacia acá, o eso es lo que he visto. Veo a Beagle levantarse justo en el momento que me ve levantarme y venir hacia mí moviendo alegremente su cola.
- Hey, amiguito ¿ves? Te dije que todo saldría bien
Me veo usando un camisón y debajo de todo ello siento varias vendas sobre mi cuerpo. Es bastante incómodo. Le pido a Beagle que monte guardia en lo que rápidamente me quito las vendas. Como dije, me siento diferente, más fuerte mentalmente. Aunque mi cuerpo está destrozado. Por primera vez, intento usar el Legado del que ahora soy consciente. Pleno. La capacidad de poder curarme a mí misma rápidamente. Comienza con un hormigueo en todo mi cuerpo, seguido de un toque gélido que pasa por todo mi cuerpo, siento poco a poco como van sanando mis heridas y reconstruyendo mis tejidos, hasta que me siento como nueva. Aún algo adolorida y cansada, pero mucho mejor que antes.
Me levanto de un salto luego de quitarme el vendaje y ponerme la ropa, y recojo a Beagle quien ha vuelto transformado en un hurón y lo guardo en mi ropa nuevamente. No siento frio o calor, he aprendido a controlar mi temperatura. Camino a paso silencioso hacia la sala de espera de la veterinaria donde veo a Lydia y Melissa con sus cabezas recostadas en el hombro de Scott, Stiles roncando con su cabeza recostada en la pared y su padre a un lado. Me enternezco de verlo nuevamente, pero no tanto como a Stiles. Mi corazón salta de alegría al verlo, y sonriendo me acerco a él cautelosamente y me acuclillo quedando frente a él.
- Stiles -le hablo en voz baja tomando sus manos- Stiles. Hey. Stiles
Solo recibo un ronquido como respuesta. Suspiro y miro a Beagle.
- Hazme un favor -le digo a Beagle- Despiértalo mientras busco mi mochila ¿sí?
Beagle acepta y yo regreso a la habitación donde apenas hace unos momentos me operaron con mis luces encendidas. Hago una revisión. Hay varias bolsas de suero y transfusiones de sangre sobre la mesa pegada a la plancha. Realmente me ayudaron bastante, pienso al ver la cantidad de bolsas de sangre. Busco a mi alrededor, hasta que encuentro mi mochila con todos los objetos de emergencia. Entre ellos, la daga que me equipo en mi bota. Ahora más que llevarla como precaución, es una necesidad, nunca se sabe cuándo un mogadoriano me atacará. Deje un rastro que los llevará a Alaska, y le dará tiempo a John, Nueve y Marcus de librarse de ellos.
