For Whom The Bell Tolls - (Cliff x OC)

Parte 5

Trauma finalizó su segundo recital en el Whiskey A Go Go, y como era de esperarse, las chicas no tardaron en arrimarse, entre ellas había una joven rubia que fue directo a Cliff presentándose como la amiga de 'la otra' que estuvo con él, pero ésa noche no, no quería saber nada de eso y se aisló de los demás, aquel ambiente lo asfixiaba. Reconoció a su acompañante anterior, no recordaba su nombre pero le sonaba a Trixie o Dixie, la morena lo saludo de lejos pero no se le acercó, estaba concentrada en otro del montón.

Salió a fumar y observar las estrellas, pensaba en el regreso y en el futuro, tenía planeado dejar Trauma puesto que los chicos preferían el aire de LA al parecer. Se imaginó siendo un cuarentón que daba clases de bajo y enseñaba trucos para futuros músicos, y limitándose a hacer eso, que era lo que más le gustaba, conseguiría dinero para mantener a su familia, porque sí, él quería casarse y tener hijos, quería pasar sus conocimientos de generación en generación.

¿Cómo lograría cumplir ése sueño? Primero comenzaría a grabarse sólo tocando el bajo y haciendo solos, luego esperaría a que Hazel terminara sus lecciones de batería y tocaría junto a ella para que sus canciones tuvieran ritmo y, quizás, podrían cantar a dúo (o ella sola). Luego, comenzaría a dar clases de bajo a gente de todas las edades, y eso sumado con sus presentaciones le daría suficiente dinero para comprarse una casa o apartamento.

Entonces sería conveniente sentar cabeza ¿Y su mujer? ¿Hazel? Podría ser, mientras ninguno le revoloteé encima cuando se haga conocida, podía casarse con ella. Tendrían hijos, claro está, y los mantendría a base de su música y enseñanzas, les contaría cuentos de Lovecraft a escondidas ya que su madre no aprobaría que los niños lean terror antes de dormir; los dejaría aprender cualquier instrumento y acudirían a él para ayudarlos con las tareas porque, de los dos, era el más paciente.

Sonrió como un tonto imaginándose esa vida, imaginando incluso su final: Diciéndole a su anciana esposa que la amaba y falleciendo solo, ya que no le gustaba la idea de que sus familiares presencien su ida. Por lo menos, tendría la certeza de que había vivido bien y había dejado un buen legado.

-¡Hola! ¿Cliff, verdad?

Le despertó una voz algo conocida, se giró y allí estaban, otra vez, los dos de la noche anterior.

-Lo siento ¿Te asustamos? -Pregunta el rubio que lo había sorprendido.

-No, no -Miente el pelirrojo -, sólo... divaga..., componía.

-¿Compones sin escribir las notas? -Le pregunta Lars asombrado y recibe un golpecito por parte de James.

-Te dije que era un genio.

-¿Qué quieren? -Se queja Cliff.

-Queríamos saber si ya tienes una respuesta -Dice Lars -, por el asunto de la vacante de bajista..., realmente nos encantaría que te sumes ¡Eres todo lo que nos falta!

-¡Viejo, esos solos que haces son... alucinantes! ¡Eres de otro planeta!

-¡Parece una guitarra!

-¡Y te lleva a otro lugar!

-¡Eres lo máximo!

-¡Serías genial!

-¡Seríamos famosos!

-¡Contigo tenemos éxito asegurado!

-¡Y ganaríamos millones!

-¡Oigan! -Les grita para que paren -¡Ya cállense! Y ya les dijeque no pienso quedarme en LA, soy de San Francisco, y me quedaré en San Francisco -Arroja la coleta del cigarrilo y se apresura para entrar al bar.

-Iremos contigo -Anuncia James haciendo que Cliff se detenga y regrese -, iremos a San Francisco.

-Estuvimos viendo casas para alquilar, nos decidimos por una -Le explica Lars, que se notaba era el más hablador -, creemos que serías un buen componente en nuestra banda y realmente no conseguiremos a otro como tú por más que busquemos por todo el país, así que si debemos mudarnos a San Francisco para tenerte con nosotros, lo haremos.