Parte 22

176 9 17
                                    

Aún no olvidaba lo que habían acordado con los chicos, Lars se maquinaba en cómo actuar y en qué momento, lo ideal era esperar y ver qué pasaba, creía que compartiendo momentos con Dave lo ayudaría a afrontar la noticia con más calma.

-Éste era uno de mis lugares favoritos –Le comenta Dave a Lars, señalándole un bar que lucía como cualquier otro, el baterista sólo asintió -. Entremos, quizás esté Paul atendiéndolo.

-¿Quién es Paul? –Pregunta ya que jamás lo había escuchado nombrar.

-Pues el que atiende, dah.

Se dirigieron hacia la barra y, como Dave imaginaba, Paul estaba allí ocupándose de un cliente. En cuanto se vieron, se sonrieron y se saludaron con efusividad, Lars se sentía de más en ese momento.

-¿Vuelves a Los Angeles? ¿Qué significa esto? –Bromeaba, Paul.

-No, sólo será un concierto, decidí pasar por ya sabes, lo de siempre.

-Ah, claro, enseguida te preparo.

-¡Y otra para mi amigo, Lars! –Exclamó rodeando los hombros del baterista – Éstas... -Le susurraba – son las ventajas de tener a un amigo trabajando en un bar.

-¿Qué ventajas?

-¡¿Cuánto es, Paul?!

-¡Nada, todo corre por mi cuenta! –Le dijo desde el otro extremo de la barra.

Por otro lado, James y Cliff recorrían las calles, ya habían pasado a tres borrachos y un depravado que los trató de 'niñas' por llevar pelo largo. El pelirrojo se colocó unas gafas oscuras creyendo que quizás con eso se haría invisible, James, por su parte, como no era la primera vez que pasaba por algo así, lo tomó con naturalidad e ignoraba o seguía la corriente a todo loco que se le acercaba.

-¿Cuándo llegamos? –Pregunta Cliff, molesto por la cantidad de personas y adictos que había en la calle.

-Es en la próxima cuadra, ya llegamos.

-¿Cómo hacían para vivir por aquí?

-No vivíamos exactamente aquí, pero llega un momento en que te acostumbras.

-Es repugnante, y ustedes querían que yo viniera aquí por la banda.

-Oye, no hables así de mi ciudad natal, yo no estoy diciendo pestes de Castro Valley cada vez que camino por ahí.

-¿Alguna vez te cruzaste con alguien que te quiso inyectar algo extraño? ¿O con alguno que te trató de niñita?

James enmudeció, era cierto que jamás se había cruzado con alguien así, pero tampoco se podía asegurar que no existiera gente así en Castro Valley.

-Lo suponía –Dijo Cliff, asumiendo que ganó la discusión.

-¿Qué libro piensas comprar? –Preguntó el rubio para cambiar de tema.

-Algo de Lovecraft para Dave, algo para Hazel y supongo que algo para mí.

La librería no era muy grande ni muy pequeña, había un sector que decía "Libros usados" donde estaban a un costo más barato, James enseguida fue allí. A Cliff, en cambio, le gustaba que estuviera nuevo por el olor característico que desprendían y porque así, lo sentía como suyo de verdad.

La mayoría de los autores eran nuevos o tenían otros géneros literarios, los únicos de terror que había visto eran clásicos como Frankenstein, Drácula y alguno que otro de Poe.

-¡Cliff, ven, mira! –Lo llama James. -¿Por qué no le obsequias éste a Dave? –Bromea enseñándole un tutorial de cómo aprender a tocar guitarra.

For Whom The Bell Tolls - (Cliff x OC)Where stories live. Discover now