[los personajes no son de mi autoría, estoy personajes pertenecen a MXTX]
~una amiga me pidió que crear una historia de Mo dao zu shi, así que disfruten el resultado ~
sinopsis:
Wei wuxian, estaba perdido, solo y destrozado....ya no le quedaba nada...
Wúmíng miro lo que había echo, le alzó la voz al líder de secta, miró alarmado a todos lados y luego ocultó a Wei ying detrás de él.
–¿Wúmíng?– preguntó el adulto.
Wúmíng asintió y retrocedió, debía marcharse ahora mismo.
– nunca supe la existencia de un Wúmíng en la familia de Wei Changze y fue parte de mi servidumbre desde pequeño –dijo curioso y luego miró al menor que estaba escondido atrás de Wúmíng.
El menor dios un brinquito de miedo y se ocultó más.
– el niño dijo que eras su hermano mayor....pero no es posible....las edades no concuerdan– frunció el seño y miro de arriba a bajó al adulto de túnicas negras.
El adulto siguió mirando con detenimiento hasta que se topo con aquellos ojos grises, eran inolvidables y aquel rostro tan peculiar, el ceño de Jiang fenmian se relajó y volvió a sonreír como usualmente hacia.
– pero....esos ojos, solo tú padre los tendría– argumento y se acercó a ambos jóvenes –debio ser duró vivir como han estado viviendo, déjenme ayudarlos...es lo mínimo que puedo hacer por ustedes– dio un paso hacía enfrente.
Con el paso hacía enfrente, Wúmíng dio dos hacia atrás, Jiang fenmian lucía confundido.
–¿Sucede algo? Puedo asegurar que no hay nada de que temer– estiró su mano hacia Wúmíng– por favor vengan conmigo.
Wúmíng por un momento estiró su mano pero después la regresó, debía recordar lo que provocó, no podía dejar que pasará de nuevo.
–ustedes no son el peligro, pero yo sí– miro hacía abajo y luego saco rápidamente una flauta y tapo los ojos y los oídos de Wei ying.
El adulto tocó el instrumento invocando una gran nube negra, los cultivadores de túnicas moradas de alarmaron y comenzaron a pensar que hacer con aquella neblina negra.
Wúmíng aprovecho aquella distracción y tomando a Wei ying salió huyendo lo más rápido que podía, debía salir de inmediato de ahí, está situación era peligrosa.
–¡Cultivador demoniaco!– gritaron los hombres de túnicas moradas y cuando vieron como el hombre corría lejos, lo comenzaron a perseguirlo.
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Wúmíng corrió sobrepasando sus límites, ya que no podía parar, los cultivadores de túnicas moradas lo siguieron, el niño en brazos observó un escondite detrás de unos costales de papas y Wúmíng lo aprovecho y se ocultó, mientras miraba al menor y señalando con su dedo le indicó que permaneciera en silencio, el menor asintió y con sus dos pequeñas manos se cubrió la boca.
Esperaron por unos minutos hasta que escucharon el grito de sorpresa de algo atrás de ellos, descubriendo a un niño de túnicas desgastadas y un poco sucias.
Wúmíng se alarmó porque los cultivadores seguían cerca y arrastró apresurado al infante dentro de su escondite, mientras lo sujetaba h le tapaba la boca.
