¡No soy una guardería!¡Solo cuido de mi!

capítulo 15: un día con madam Yu.

La familia Jiang estaba mirando su alimento sin probar un bocado, ya que estaban esperando la llegará de sus invitados, cuando por fin llegaron se dieron cuenta que solo venía un sonriente niño.

–¿Wei ying?¿ Y tú hermano?– pregunto Jiang fenmiang.

–dijo que no tenía hambre, que por favor esperaba que no les impidiera comer sin él – se rascó la mejilla y luego miro a Jiang Cheng– ¡Cheng Cheng!– salto sobre el y pequeño niño de túnicas moradas fingió molestarse pero estaba sonriendo.

–¿No tiene hambre?¿Está enfermo?– pregunto madam Yu, un poco molesta.

–¡No!....solo está cansado, hay días en los que duerme mucho y no come nada, el me dijo que era porque estaba muy cansado de su tarea de héroe – sonrió alegré.

–conque héroe – buffo la mujer.

Wei ying asintió y dejando de abrazar a Jiang Cheng se sentó en su silla y comenzó a comer, era un poco solitario comer sin Wúmíng pero ya estaba un poco acostumbrado a eso y sabía que duraría pocos días.

Los jiangs quedaron preocupados por aquella extraña desaparición del mayor.

El siguiente día sucedió lo mismo.

Y el siguiente día también.

Fue hasta el cuarto día que la mujer golpeó su mesa y se levantó molesta, Jiang fenmiang intentó calmar a la mujer pero está no se detuvo.

–por favor, sería descortés para el invitado, por favor esposa, no lo molesté – lucía angustiado.

–¡Entonces que!¡Debemos dejar que ese niño tonto se muera de hambre!¡No ha comido nada en 4 días!¡Y ahora ya no deja entrar a Wei ying a su habitación!– gritó la mujer que tenía una vena saltando de su frente.

La mujer siguió gritando hasta que miro a Wei ying el cual tenía pequeñas lágrimas en sus ojos, al parecer el niño tampoco la estaba pasando bien lejos de Wúmíng.

–¿Wúmíng ya no me quiere?– le pregunto triste a Jiang Cheng.

–si te quiere....solo que está cansado– aseguró.

–cansado mis sueños– buffo la mujer y salió corriendo.

La mujer de aspecto intimidante llegó hasta el cuarto de invitados, y todo la puerta.

–wei ying, por favor vete....estoy un poco agotado ahora, pronto saldré ¿Está bien?– dijo una voz muy apagada.

La mujer volvió a tocar pero al ver qué no había señales de Wei ying, la mujer derribo la puerta.

–¡Wei ying, te dije que no entraras!– gritó con un tono desesperado.

–lastima que no soy Wei Ying– afirmó la mujer, y al momento que entró pudo oler el leve aroma de la sangre, cuando por fin entro, vio a un moribundo Wúmíng en el suelo, con sangre saliendo de la muñecas.

La mujer frunció el ceño y grito por atención médica, cuando termino con si grito la mujer corrió en dirección de Wúmíng y lo miró molesta, lo cargo entre sus brazos y lo llevo a la enfermería.

–¡Qué estabas pensando al hacer estás tonterías!¡Wúmíng!– grito preocupada.

–que tal vez....yo soy el problema– sonrió agobiado.

–¡Qué!¡Eres un idiota!¡idiota!– gruño la mujer– ¡Ya habíamos hablado de esto!¡No importa el pasado ni el futuro, este es el presente y lo único que importa es lo que hagamos ahora!– dejó con cuidado al débil hombre y espero nerviosa a la llegada de los médicos.