¡No soy una guardería!¡Solo cuido de mi!

capítulo 30: ¡rápido!¡ persigue al conejo negro!

Desde el momento que la primera nota musical fue tocada, Wúmíng se levantó agitado, escupiendo con dolor una masa oscura, que comenzó a salir de sus ojos, oídos, boca y nariz, tocándose desesperadamente su cuello en signo de asfixia, los dos jóvenes que veían ese aterrador escenario se quedaron inmóviles por el asombro y el horror sin saber que hacer, lentamente la masa negra comenzó a llenar la habitación, llenando el suelo y las paredes de líquido negro, grumoso, que burbujeaba pero sin estar caliente, nie mingjue se alarmó al ver a Wúmíng tocándose el cuello y viendo que lan xichen seguía intentando tocas algo para Wúmíng en su desesperado e intento de ayudarlo, le arrebato el instrumento al joven con un rostro nervioso.

–¡Deja eso ya!¡Lo está empeorando!– gritó preocupado– ¡El maestro Wúmíng no puede respirar!¡Lo vas a matar!– lanzó la flauta lejos de Wúmíng y entre las masa oscura que manchaba sus túnicas de los jóvenes se abrió paso y tocó los hombros del hombre enfrente de ellos, el cual se estaba rascando hasta sangrar su cuello, mostrando la desesperación que tenía al no poder respirar.

–¡Maestro Wúmíng!– gritaron ambos jóvenes y colocaron sus manos alrededor del cuerpo del hombre sin saber que hacer, lan xichen comenzó a soltar lágrimas mientras mostraba un rostro de angustia igual que nie mingjue.

–¡¿Qué se supone que hagamos?!¡Morirá!¡Necesito usar de nuevo mi dizi!¡Es la única manera!– chilló ansioso mientras intentaba que la masa negra saliera del rostro de Wúmíng.

–¡Lo matará!¡Mira como se puso!¡Morirá!¡Entiende!¡El no es un cultivador!¡La energía resentida es parte de él!¡En el momento que tocaste el dizi rompiste la poca estabilidad que tenía su energía resentida!¡Estamos frente a una ola de energía resentida aterrada!– grito nie mingjue.

Lan xichen lloró al sentirse que nuevamente inútil, por fin entendió que era tan inexperto en la vida, entendió que no debía solo quedarse con las enseñanzas de su secta, había más de lo que te enseñan, lan xichen con sus túnicas manchadas de negro, entendió lo poco que sabía y lo mucho que se engaño.

Los dos jóvenes intentaron desesperadamente hacer de todo, hasta que en un momento la energía resentida paro de salir y Wúmíng comenzó a dar bocanadas de aire de forma desesperado, mientras intentaba recuperar el aire y conseguía alejar la sensación de  sofocación que lo habían estado rodeando, miro con  desconsuelo a los jóvenes enfrente de ellos, una mirada cansa y agobiada, que aunque pudiera hablar su cuerpo estaba tan agotado como para articular.

– maestro Wúmíng – sonrió lan xichen, viendo que el hombre seguía vivo , estiró su mano para colocarla en el hombro del hombre, para recibir un rechazo por Wúmíng el cual se alejó con miedo de aquella mano.

Wúmíng y los dos jóvenes lucieron sorprendidos por su reacción y Wúmíng sintiendo un poco de culpa retiro la mirada de los jóvenes, ocultando su rostro mirando hacia otro lado.
Lan xichen se sintió realmente herido y culpable alejándose un poco del hombre, dándole espació.

–no se preocupe, maestro Wúmíng, no le haremos daño– intentó aliviar la situación.

–....lo sé – jadeos–..... sólo..... sólo actúe por instinto, perdón....lan xichen– lucía triste.

El hombre intento reincorporarse pero es su cuerpo se sentía tan débil y miró como la energía resentida se había acumulado en la esquina de su cuarto.

–nie mingjue, dame....dame a chenqing– estaba un poco nervioso.

–¿Porque?– cuestionó confundido hasta que miro a dónde Wúmíng miraba, viendo la energía resentida.

–¿Que piensa hacer?¿No pensara en absorber de nuevo esa cantidad de energía o si?– estaba preocupado.

–se que lo dices por mi bien....pero hasta este punto "esa" energía resentida.....ya es parte de mi......podría morir si no lo hago– dio una risita cansada y comenzó a buscar con sus ojos a su flauta.

Al escuchar las palabras de Wúmíng, lan xichen cubrió su boca en susto y rápidamente se levantó y tomo rápidamente la flauta negra, dudo un poco pero después comenzó a pensar y decidido la tomo y se apresuró a llegar a lado de Wúmíng.

–¿Enserio se lo vas a dar?–cuestiono nienñ mingjue.

–¿Primero me dices que no lo mate y cuando te dice esto no dejas que actúe correctamente?.....aparte....¿No crees que esa energía resentida hará un gran problema si la dejamos así?....no podremos eliminar una cantidad de energía resentida así......no solo estoy pensando en el maestro Wúmíng si no en lo civiles cerca de la zona – tomo asiento y entrego la flauta.

Wúmíng quedó en silencio mientras escuchaba la pequeña conversación tomando con cuidado su flauta y comenzar a lanzar pequeñas notas, que al inicio asusto un poco a la masa negra pero luego está se comenzó a acercar a Wúmíng, comenzando a entrar nuevamente desde su pecho, asiendo que el hombre llegará a hacer alguno que otro quejido de dolor sin dejar de tocar aquel oscuro instrumento.

Los dos cultivadores solo se quedaron viendo listos para actuar frente a cualquier cosa, escucharon con atención cada melodía y se preocuparon cuando Wúmíng cambio el ritmo haciéndolo más frenético y fue porque después que la energía resentida comenzó a desocupar el espacio de aquella casa, se vio a un conejo el cual había caído en medio del huracán negro, Wúmíng se preocupó y comenzó a tocar más rápido, esperando que el conejo no le pasará nada.

El hombre tocó y tocó hasta que en un punto la casa volvió a estar limpia, en ese momento Wúmíng guardo su flauta y corrió hacia el conejo el cual permanecio inmóvil en el suelo, Wúmíng se alarmó y comenzó a acariciar con tristeza el costado del conejo, mientras evitaba no llorar, pensando que el conejo había sido ahogado por la energía resentida.

–lan xichen, lo siento......el conejo que me regalaste......yo....ah....lo siento – negó con la cabeza arrepentido.

El joven que hasta ahora estaba inmóvil se acercó al hombre y comenzó también a acariciar el costado del conejo mientras sonreír amable a Wúmíng.

–esta bien.....está bien maestro Wúmíng, cuido bien del conejo– intento animar al hombre.

Mientras los hombres estaban  mirando con tristeza al conejo, el pelaje de ese paso de ser blanco y lentamente se volvió negro y le también comenzó a respirar y mover sus patas, al ver esto Wúmíng dio una sonrisa gentil y miro emocionado a lan xichen.

–creo que tiene razón, soy bueno cuidando conejos....ahora nadie durará que es mi hijo– abrazo con delicadeza al conejo y restregó su rostro en el estado de aquel conejo negro y de ojos color avellana.

–¿Cómo puede ser un conejo su hijo?– pregunto incrédulo nie mingjue.