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¿𝐓𝐀𝐌𝐁𝐈𝐄𝐍 𝐋𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄?

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Takemichi estaba paralizado en su sitio sin poder creer que ese rubio estaba haciendo tremenda escena sumado a las miradas furtivas llenas de preguntas. Con rapidez y sin dejarle tiempo a preguntar a Yuzuha se despidió para acercarse a toda velocidad hacia Manjiro, sin lugar a duda había perdido la cabeza.

Lo que no esperaba era que Manjiro comenzará a correr hacia él. De la  impresión, ya que no esperaba tal acción dió un paso hacia atrás tropezando con una roca y cuando iba de lleno contra el suelo los brazos del alfa rodearon su cintura, sus brazos rodearon el cuello ajeno instintivamente siendo cargardo en estilo nupcial, pudo escuchar el jadeo colectivo que denotaba la sorpresa de los alumnos junto con Yuzuha que aún estaba observando todo. Parecía que estaban en medio de una escena de alguna novela.

—Estas embarazado, ¿por qué haces cosas tan imprudentes? —dijo muy cerca de su rostro. El calor invadió sus mejillas encendiéndose en un fuerte carmín.

Tardó unos segundos en responder, se había pedido en las facciones delicadas, pero que no dejaban ser masculinas. Sus largas pestañas adornaban esos ojos onix en lo que se podía ver reflejado —Por favor sueltame —pidió con voz ahogada soltando el cuello del alfa —, todos nos están mirando...

Sin quererlo mucho y con una delicadeza extrema dejó que los pies de Takemichi tocarán el piso nuevamente —Bien –no soltó en ningún momento la cintura del omega —. Pero, ¿quién es-?

No pudo terminar de hablar. Sin saber de dónde sacó la fuerza Takemichi lo arrojó dentro del auto bajo la mirada perpleja de todos, pues técnicamente un omega había  levantado del suelo a un alfa cual saco de papas.

Pero el que estaba más descolocado fue Mikey que quedó cual estatua dentro del auto en una pose rígida sobre el asiento del conductor observando a Takemichi cerrar bruscamente la puerta.

—¿Por qué me llamaste por mí nombre? —bramó por lo alto —¡¿Y todavía me saludaste?! —Mikey ahora parecía un cachorro regañado, las feromonas de Takemichi olían agrias —¡Todos sabes quien eres! ¡¿Por qué lo hiciste?!

—No lo pensé bien... —excusó en cuanto vio al omega relajarse un poco dejando salir todo el aire de sus pulmones —Lo siento.

—¿Cómo no se te pudo ocurrir eso? –cuestión exasperado —¿Fue ese artículo en internet una sobre exageración completa?

—¿Artículo de internet? —repitió curioso —¿Estuviste leyendo sobre mí?

—¡Por supuesto que no! —respondió con la cara enrojecida de verse descubierto. Mikey no pudo evitar sonreír, aunque a la vez le preocupaba que Takemichi se topara con cierta información que era mejor no decirle todavía.

Pero aún había algo que le inquietaba y necesitaba saber sobre ello —¿Quién era la persona con la que caminabas?

—¿La señorita Shiba? —Mikey asintió —Me ayudó con algo, así que le estaba agradeciendo.

—Los dos parecían demasiado amigables para una conversación como esa —reclamó de manera poco disimulada —, parece interesada en ti.

—No conozco los sentimientos de la señorita Shiba, así que no lo sé —agregó, pero quiso alardear un poco —. Y no soy tan indiferente para que los demás estén completamente desinteresados en mí.

ᴘᴏꜱɪᴛɪᴠᴀᴍᴇɴᴛᴇ ᴛᴜʏᴏ/ᴍᴀɪᴛᴀᴋᴇ-ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇWhere stories live. Discover now