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Los doctores le pidieron que al menos pasara un día en el hospital para asegurarse que todo estaba bien tanto con él como con su hija. En ese tiempo Takemichi no podía quitarle la vista de encima a Gyō , la pequeña sonreirá en cuanto escuchaba su voz o hacía pucheros.
Estaba encantado, y no podía dejar de verla mientras dormía en la cuna del hospital justo al lado de su cama. Manjiro no quería despegarse de ellos para ir a trabajar, por lo que tuvo que intervenir Draken para ir a sacarlo, recibiendo un gruñido como bienvenida. Se les había olvidado lo territorial que se volvían los alfas.
Sus pestañas eran son largas y quería verle los ojos una vez pero Gyō parecía preferír únicamente dormir y comer. Las mejillas era extremadamente suaves y no pudiendo soportarlo más la saco de la cuna para cargarla contra su pecho, ella soltó un pequeño quejido disfrutando del calor que le brindaba el omega.
La puerta de la habitación sonó tres veces contestando con un "pase" despegando los ojos de Gyō unos momentos.
-...¿Mamá? -Takemichi no podía creer que la mayor haya regresado.
-¿Estás bien? -indagó con cautela quedándose de pie en medio de la habitación sin acercarse a la cama del omega, evitando así que los instintos del pelinegro le tomarán como una amenaza.
-¿Qué haces aquí?
-Mi hijo acaba de dar a luz, vine a visitarlo -explicó.
¿Hijo?
¿Visitarlo?
El omega pensó que probablemente solo tenía curiosidad por ver la cara de Gyō.
-¿No dijiste que te irías de luna de miel después de la boda? -cuestionó tratando de no agriar su aroma para que el bebé no se incomodara y terminase llorando.
-Decidí quedarme en el hotel un día más y salir mañana -tomó asiento al lado de su cama dejando el bolso en el suelo -. ¿Has dormido?
-Lo suficiente, ella de momento ha sido bastante tranquila -respondió.
-¿Hay algo que quieras comer?
El omega negó con la cabeza quedándose así ambos en silencio, sintiendo lo frío que se tornaba el ambiente. Era incómodo, pues ya no tenía nada que decir y no sabía cómo iniciar una conversación normal con ella.
Era extraño verla ahí después de que se convirtió en papá, esperaba que únicamente le dijera unas palabras y se marchará.
