Capítulo 45; Prefecto.

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Después de que Umbridge haya castigado a Harry en su oficina, le hizo pasar por algo horrible. Su mano estaba tallado perfectamente con una frase "No debo decir mentiras". De sólo verla hace que me hierva la maldita sangre.

— Harry debes decirle a Dumbledore –digo seria.

— ¡Es lo mismo que le dije! –chilla Hermione– no le darás el gusto, Harry.

— Eso es lo que quiere, Hermione. No le diré nada a Dumbledore, debe de tener cosas mucho más importantes en que pensar y esto no será una de ellas.

Suspiro. ¿Es que debe de pensar que lo que le ocurre no es importante?

Quiero mucho a Harry y ver que ha pasado por tantas cosas hace que me ponga mal y me preocupe por él, realmente no merece esto.

— Si es como así te ha tratado y te ha echo eso –señalo su mano– ¿Que les espera a los demás? ¿A los estudiantes de cursos inferiores? No me imagino lo que le pasa en su retorcida mente, pero de seguro no son flores y unicornios en un campo soleado.

Harry toma sus cosas y se levanta del gran comedor no sin antes darme un asentimiento de cabeza y despedirse de todos los presentes.

— Este año no será tan tranquilo, tengo un muy mal presentimiento con la llegada de Umbridge –comento.

— El ministerio quiere tomar las riendas del colegio, eso no es menor –suspira Hermione– iré a la biblioteca, ¿vienes?

— Luego, tengo algo quehacer antes –miro hacia la mesa de las serpientes.

— Está bien, suerte con eso.

Hermione se levanta de la mesa y se dirige a la salida del gran comedor, hago lo mismo pero el rumbo es distinto. Fijo mi mirada en unos ojos grises, esperando que estos conectaran conmigo. Tomó unos pocos segundos para que lo hiciera y le dí una señal para que fuéramos fuera del comedor. A paso rápido Draco me seguía, nos dirigimos hacia un pasillo que estaba completamente vacío para poder hablar.

— ¿Ahora quieres hablar conmigo? –dice Draco cruzado de brazos.

— ¿Disculpa? No hemos tenido tiempo con lo de las clases, Draco. Tú debes de darte cuenta de lo que haces y lo que dices. Hemos hablado el tema de Harry muchas veces y...

— ¡Es que no puedo ser amable con alguien que siempre quiere llamar la atención!

— ¡No me grites!

— ¡También estás gritando!

Suspiro.

— Draco... si lo haces al menos no lo hagas frente de mí. Son mis amigos y tienes que respetar, por favor.

Sus ojos me miran detenidamente, su semblante se relaja un poco y acerca su mano para quitarme un cabello de la cara para dejarlo detrás de mi oreja.

— Me gustas mucho, ¿sabes?

— No estamos hablando de eso –me sonrojo– y no cambies el tema.

— Es la verdad. Pero bueno, trataré de no hacerlo frente tuyo.

— Es un paso –sonreí para luego darle un beso en los labios– gracias.

Draco me acerca hacía él y siento como su nariz se posa en mi oído, dándome unas sensaciones por todo mi cuerpo.

— ¿Qué harás ahora? –susurra.

— Iré a la biblioteca –digo bajo.

Su aliento choca con mi cuello y siento una corriente recorrer toda mi columna, esta sensación me gusta tanto.

¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.Where stories live. Discover now