¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.

Capitulo 27; Sí quiero.

—10 puntos menos para Gryffindor –dice Snape mientras le lanza un trapo a Neville para que limpiara aquel desastre que había hecho.

Snape dirige su mirada hacia mi caldero que compartía con Dylan. Rogué a Dios para que no nos descontaran puntos. Era casi imposible ya que la poción estaba excelente y Snape nunca descontaba puntos de su casa.

—Esperaba más de usted Morton. Si no fuera por Llobett usted estaría reprobado en mi materia –dice antes de dirigirse a otra mesa para seguir observando las demás pociones.

—Dios porque es tan espeluznante conmigo –me mira.

—Contigo y con los de Gryffindor, al menos alégrate, no te descontaron puntos.

—Es porque soy de Slytherin.

—Tómalo como una ventaja.

—No puede alguien ser tan amargado –susurra Dylan.

Observamos a Snape mientras mirábamos detalladamente lo que hacía y que cara ponía.

—Pues si lo es –afirmé.

Al terminar la clase me dirijo hacia la sala común pero alguien se interpone en mi camino.

—¡Hola Cedric! –lo abrazo y pasa su brazo por mis hombros– ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo con Cho? –levanto mis cejas.

—Todo va perfecto –sonríe– es una gran chica, realmente.

"No sabes cuanto" pienso sarcásticamente.

—Me alegro mucho –sonrío.

—Gracias, Leen. Bueno –se rasca la nuca– venía a decirte que haremos una pequeña junta en nuestra sala común de Hufflepuff el día anterior a la última prueba. Por si quieres venir. Si quieres invita a alguien pero no... a Malfoy, lo siento per...

—No te preocupes, tampoco lo invitaría –reí– se claramente donde es y donde no es bienvenido –aclaro.

—¡Genial! ¿Te veo allí entonces? –pregunta alzando una ceja.

—Tenlo por seguro, Cedric –respondo mientras abrazaba a mi amigo y me dirigía nuevamente a mí sala común.

—¿Cariñosita con Diggory también?

—Oh vamos, Draco. Sabes que es mi amigo –dije mientras avanzaba hacia la sala común.

—¡Pero tal vez el quiere más que una amistad!

—No seas bobo, está con Cho –levante los hombros– y no hablemos más del tema.

—Ven –me dice antes de tirar de mi mano y llevarme hacia fuera del castillo.

—¿A dónde me llevas? –río.

Draco se da media vuelta y me sonríe, pero sigue caminando, esta vez hacia atrás y sin dejar de mirarme.

—Me asustas –digo entre risas.

Draco sonríe aún más. Quién diría que Draco Malfoy sonriera así y por una chica, por mí. Llegamos a orillas del Lago Negro y nos sentamos. El silencio y la tranquilidad que transmite este lugar es increíble.

—¿Lenn?

—¿Si?

—Me gustas. Me gustas mucho.

Veo como se acerca lentamente hacía mi cara. Todo pasó en cámara lenta. Sus labios presionaron los míos en un tierno beso.

—Tú también me gustas, Draco –susurre mientras abría lentamente mis ojos y una bella sonrisa aparece en él.

—Eso me hacía falta escuchar.

—¿Para qué? Pensé que ya lo sabías–suelto una pequeña risa.

—Que Aileen Acacia Llobett te diga que le gustas y que muestre cariño, no es muy común que digamos –dice mientras levanta sus cejas.

—¿Yo? ¡Mas bien alguien como tú! Draco Malfoy... ¿Siendo un romántico?

Draco bufa y rueda los ojos, eso hizo que soltara una carcajada. Draco se acerca peligrosamente y comienza a hacerme leves cosquillas. Parecía una foca pariendo.

—¡Déjame, Draco! –reía mientras trataba de alejar sus manos de mí.

—¡Di que soy el chico más guapo de todo Hogwarts!

—¡Eres el chico más guapo de todo Hogwarts!

Draco dejó de hacerme cosquillas y se quedó observándome. Tenía a Draco encima de mí. Observé cada centímetro de su cara y me detuve en sus ojos. Esos ojos grises que causan que mi estómago se revuelva.

—Eres hermosa, Aileen Llobett...

Siento como mi cara comienza a arder. Me sonrojé.

—No digas tonterías, Draco.

—No son tonterías, Ail. Eres la mujer más... bella que he visto en mi jodida vida –confiesa.

—No exageres...

—No lo hago. Eres bellísima. Es por eso que...

—¿Que? –alargo la última letra para que prosiga.

—No, no. Olvídalo –susurra mientras desvía su mirada.

—Vamos, dime –busco su mirada.

—¿Quieres ser mi novia? –dice rápidamente mientras se encuentra con mi mirada.

Estaba atento a mi respuesta y atento a todos mis movimientos. Su mirada expectante a mi respuesta hacía que lo viera de una manera muy tierna, lo veía muy ansioso. Solté una pequeña risita.

—Si quiero, Draco –digo tomándolo de la cara con mis manos y dejar un suave y corto beso en sus labios– sí quiero.

Draco me ve y noto en sus ojos un brillo único. Tal vez nunca lo había visto tan feliz. Sus ojos se iluminaron y se abalanzó sobre mi para abrazarme.

—¡Gracias por hacerme el mago más feliz de todo el mundo mágico!

Es ahí cuando mi cabeza hace click.
Yo no pertenezco a éste mundo...

•••

Es corto pero muy lindo!
Espero que les guste❤️

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