¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.

Capítulo 11; Sueño.

Draco Malfoy

Me encontraba caminando hacia Adivinación junto con Crabbe y Goyle. Nos dedicábamos en el camino a molestar a varios sangres sucias y a muchos niños de primer año de Gryffindor. Hasta que al final del pasillo, la veo. Estaba linda, debo admitirlo. Sus ojos verde esmeralda se conectaron con los míos. Sentí una corriente eléctrica pasar por toda mi columna. Avancé hacia ella, para tal vez molestarla un poco, me detengo en frente de ella. Miro por encima de mis hombros, Crabbe y Goyle no están. Más bien, no hay nadie a excepción de Aileen y yo. Veo como ya no estamos en Hogwarts y ahora estamos en un lugar completamente desconocido. Se puede ver que es un lugar antiguo. Era un tipo de salón. Veo a Aileen con una vestimenta bastante elegante, con una tiara en su cabello y una delicadeza ak caminar. Frunzo el ceño. Me veo y sigo teniendo la vestimenta de Slytherin.

—Aileen Deligiannis –hace una reverencia hacía mí. Frunzo el ceño.

—¿Deligiannis? –pregunto confundido.

—Draco Nedidis –responde alguien detrás mío, atravesando su mano en mi pecho mientras toma la mano de Aileen para besarla lentamente.

Confuso, me doy media vuelta y me veo parado frente a mí. Dios, soy yo. Tenía mi pelo peinado hacia atrás con una vestimenta bastante elegante, como si fuera de la realeza. Noto como comenzamos a bailar. Muchas personas empiezan a aparecer, mientras Aileen y yo seguíamos bailando como si fuéramos las únicas personas en toda la sala. Estaba observando aquella escena cuando todo se vuelve negro. Y ya no estaba en aquel salón. Me encontraba en una habitación, llena de velas y la luz de luna apuntaba hacia una cama, observo hacia la gran cama que se encontraba en mitad de la habitación y me veo junto con Aileen, desnudos. Solo nos tapaba unas sábanas.

—Te amo, Draco –dice Aileen.

—Te amo, Aileen.

Noto como nos besamos. Al fruncir el ceño Aileen me mira y susurra unas palabras que alcancé a oír.

—Draco, mantén viva la llama de nuestro amor. Draco... Draco...

—¡Draco!

Abro los ojos. Fue sólo un sueño. Remuevo mi cabeza y froto mis ojos con la palma de mis manos.

—Hasta que despiertas –dice Blaise mientras se pone su túnica– ¿estabas teniendo un sueño cachondo, eh? No parabas de murmurar "Aileen" "Aileen"

Le tiro mi almohada mientras me levantaba de la cama riendo.

—Será mejor que te bañes con agua fría, para que eso se te baje –dice mientras apunta mi entrepierna que tenía una leve erección.

—Vete, Zabini –lo empujo fuera del dormitorio.

—¡O simplemente bájala con la mano! –grita cuando le cerré la puerta en su cara. Suelto una carcajada y niego la cabeza.

—Que sueño más raro –susurro mientras me adentraba a bañarme y recordar cada detalle de mi sueño.
Al salir del baño me visto y me froto la cara con mis manos. No puedo sacar de mi cabeza a Aileen. Dios, que estresante. Salgo de mi dormitorio y veo a Pansy en la sala común, trato de ignorarla pero ella se abalanza hacia mí.

—Suéltame, Pansy –digo mientras me remuevo incómodo así logrando que me soltara.

—¿Cómo estas? –pregunta mientras me seguía fuera de la sala común.