¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.

Capítulo 19; También puedo jugar.

Me encontraba leyendo un libro en la sala común. Me distraía y así no pensaba en Malfoy todo el tiempo. Sentí como una figura pasaba delante de mí y se sentaba a mi lado con varios libros y pergaminos. Levanto mi mirada junto con una de mis cejas. Cierro el libro y lo miro seriamente.

—Vete –suelto de mala manera.

—Uy, ayer no querías que me fuera –dice mientras estaba escribiendo en un pergamino.

Me muevo incómoda. ¿Cómo es posible que actúe como si nada hubiera pasado? Mi teoría de que es bipolar se va confirmando cada vez más.

—Ten –me entrega un pergamino.

—¿Qué es? –pregunto mientras tomaba aquel pergamino doblado perfectamente.

—La tarea de pociones. Y aquí, está el informe de Encantamientos –dice entregándome unos cuantos pergaminos. Dios, son como 6. Veo a Malfoy detenidamente. Sus bolsas y ojeras eran realmente notorias. Se le notaba cansado y que se quedaría dormido en cualquier momento.

—No era necesario que lo hicieras. Son tuyos, tú los hiciste –les entrego los pergaminos.

—No. Es mi parte del trato. Tú me ayudaste con mi padre y yo te ayudo con la tarea –dice entregándome de nuevo los pergaminos.

Lo miro y sin querer, se asoma una sonrisa en mis labios.

—¿Por qué sonríes? –pregunta con su típica voz.

—Porque eres un bipolar –río.

—No, no lo soy –dice seguro.

—Son tus trabajos, no míos. Te ayude con tu padre porque quise, no porque quería algo a cambio –lo miré a los ojos y noto como pone su mirada en mí. Sus cansados ojos me pedían a gritos descanso– ¿Por qué mejor no vas a dormir?

Malfoy sonríe. No una sonrisa arrogante. Una sonrisa real. Sentí desfallecer, sentí que me caía de culo, pero no. Se acerca lentamente hacia mi y besa mi frente. Lo vuelvo a repetir; bipolar. Sonrío al tacto de sus labios y siento su mirada en mí.

—¿Por qué no eres así siempre? –susurro mirándolo a los ojos.

—Porque es algo nuevo para mí –susurra antes de tomar sus cosas e irse hacia su dormitorio– pero créeme. Me gusta mucho ser así contigo.

Suspiro.

—Eres difícil de entender, Malfoy.

—Draco, dime por mi nombre, Aileen.

Veo como desaparece en dirección hacia su dormitorio. Siento como mi corazón da un vuelvo de felicidad. ¿Es un indicio de que le gusto? O que tal vez le agrade.

—Wow, eso no lo veía venir –dice Cedric en la entrada de la sala común. Frunzo el ceño y veo que atrás está Dylan y Logan.

—¿Qué cosa no viste venir? –pregunta Dylan sentándose al lado de mí.

—Malfoy cariñosito –suelta Cedric con un cierto tono de gracia. Me sonrojo y sonrío– se nota que le gustas –se sienta al frente de mí– creo que ya perdí mi chance –dice mirando a mis amigos. Reí.

—Te prefiero a ti antes que al rubio ese. Pero, igual shippeo Dreen –acota Logan. Ruedo los ojos.

—Te dije que es mejor Draleen –dice esta vez Dylan.

—Me quedo con Dreen –dice Cedric levantando los hombros.

Y así estuvimos toda la tarde. Dylan y Logan discutiendo por tonterías y Cedric y yo sólo riendo. Creo que seremos buenos amigos. La noche llegó y Cedric se fue a su sala común. Dylan y Logan se fueron a sus respectivos dormitorios y yo me quede un tiempo más, admirando el Lago Negro y algunas criaturas que se cruzaban.