Capitulo 37; Malfoy Manor.

4.1K 412 40
                                    

—¿Es necesario que tenga que ir yo?

—Si, Damen. Eres el padre de Aileen, no iré yo sola. Sabes que hay que ser una familia estructurada –dice mamá al sacar cualquier rastro de pelusa o tierra de la túnica de mi padre.

Mis padres están de acuerdo en seguir las tradiciones de los magos sangre pura, más que nada por mantener el linaje de nuestros ancestros, pero hemos hablado bastante estos temas y obviamente, sólo quieren que sea feliz.
El día de ayer me llegó una carta de Draco, que decía que sus padres nos invitaron a su mansión a cenar, creo que sus padres van muy en serio.

—Está bien –dice mi padre rendido.

—Espero que no digas nada de tus comentarios hacia Draco. Y menos frente a sus padres –lo amenace.

—Está bien.

—Ni hechizos.

—Está bien.

—Ni cosas que me avergüencen.

—Esta bien –dice resignado. Sonreí.

—Ya es hora –dice mamá mientras nos da a papá y a mí polvos flu– ve tú primero, Leen.

Asiento en dirección a mi madre y entro en la gran chimenea. Le doy una última mirada a mi padre para que se comporte y éste rueda los ojos.

—¡Malfoy Manor!

Veo como rápidamente una llama verde me envuelve y aparezco dentro de una chimenea. Doy un paso al frente y mientras retiraba cualquier rastro de suciedad de mi túnica examinaba a mi alrededor. Me encontraba en un salón bastante grande con una hermosa chimenea de mármol trasmontada por una ventana dorada, es muy parecida a la mi hogar. Sobre ésta hay un espejo con marco dorado. El suelo de la habitación está pulido y cubierto en parte por una alfombra. Fijé mi mirada hacia arriba y vi una lámpara de araña colgando del techo. Sentí como mis padres aparecen en la gran sala. Mi madre murmuraba cosas hacia mi padre y éste solo se quejaba. Volví mi mirada pero esta vez hacia las paredes. Hay retratos colgados de un color morado oscuro, en donde puedo apreciar la familia de Malfoy y a sus antepasados. Cabe decir que la sala también está adornada por varias sillas y sillones.

—Damen, no te quejes –chilla mamá mientras arreglaba la túnica negra y por dentro morada de mi padre.

—Es que está muy... ajustada –se queja.

—Pues estas bastante gordito ya, papi –lo miro mientras una sonrisa se asoma por mi cara.

—No es cierto –responde de mala gana.

—Si, créeme. Ya estas feo.

—Aileen... –comienza a hablar mi madre.

—Ok –digo mirando a mi madre y ella se gira rápidamente hacia mi padre.

—No dejes en vergüenza a Aileen, Damen. No quiero que...

Mi mamá no pudo terminar de hablar ya que una imponente voz hizo estremecer aquella sala. Mis padres rápidamente se giraron y sonrieron como si nada estuviera pasando. Pobre papá, se perdió el regaño.

–Es un gusto recibir a la familia Llobett en Malfoy Manor –dice el padre de Draco– Ha pasado mucho tiempo, Damen. No te había visto desde que te mudaste a Francia.

¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora