¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.

Capitulo 7; Minúsculo privilegio de un mago sangre pura.

— ¿Poción? Creo que tu sordera está superando tu idiotez –comento.

— No juegues conmigo, Llobett. Oí perfectamente lo que le dijiste a Moody –dice Malfoy.

— Pues no se de lo que hablas –sonrío inocente.

Malfoy sólo me quedó mirando, incomodándome un poco, noté como todos tomaban sus pertenencias y libros y se retiraban de la clase. Imité la acción de todos, sintiendo aún la mirada del rubio platinado. Empecé a bajar las escaleras y veo a Neville parado en medio de estas, mirando fijamente en una ventana. El día estaba nublado y llovía demasiado.

— ¿Estás bien? –pregunto seria al momento de estar a su lado.

— Eh, si si. Bueno... eso fue algo feo de ver, pero no es nada –susurró mientras bajaba la mirada.

Sé que sus padres fueron torturados por el maleficio Cruciatus y por eso está así.

— No tienes por qué estar así Neville. No dejes que alguien te haga sentir mal, menos un maldito profesor –comento.

El sólo levantó la mirada, encontrándose con mis ojos nuevamente. Noté una pequeña sonrisa en sus labios y sus ojos vidriosos por algunas lagrimas acumuladas. Sus ojos se dirigieron hacía mi insignia de Slytherin. Hizo una mueca y volvió a mirarme.

—¿Vieron la cara de Neville? –escuché como Hermione hablaba preocupada con Harry y Ron sin percatarse de que el mismísimo Neville estaba a unos cuantos escalones frente a ellos–. ¿Neville? –pregunta preocupada Hermione.

—Hijo ¿Estás bien? –pregunta Moody llegando a nuestro lado y a la vez Neville asiente– Ven, tomemos un te. Te enseñaré algo.

Miro a Moody directamente a sus ojos y me mira con una mirada seria. Sin expresión alguna. Neville se va detrás de Ojo loco y me quedo esta vez con el trío de oro.

—No confío en el –suelto seria.

—Ni yo lo hago. ¡Dios, nos está enseñando a matar! Por Merlin. ¿Que clase de profesor es el? –pregunta Hermione histérica al bajar las escaleras.

—Pues, uno muy loco. De verdad que está loco –dice Ron.

—Ni lo menciones –dice Harry manteniendo su mirada hacia arriba. En dirección en donde Neville y Ojo loco se perdieron.

...

Entre a mi sala común, no se encontraba nadie, era algo tarde me dispuse a ver detalladamente cada rincón de la sala. Hasta que tropiezo con una maldita pelota de plástico transparente y bueno, casi me caigo.

— ¿Eres así de idiota siempre?

— No más que tú, eso está claro –respondo.

— ¿Puedes dejar de ser grosera una maldita vez?

— Hasta cuando tu lo dejes de hacer –sonrío cínicamente.

— No puedo ser amable con una sangre suc...

— ¿Tienes otro insulto que no sea ese? Ese ya esta algo viejo, algo old school.

— ¿Old School? –frunce el ceño.

— Algo que no entiendes, Malfoy.

— No entiendo como entraste a Slytherin, juntándote con Gryffindors que son traidores a la sangre y sangres sucias.

Levanto una ceja y suelto una carcajada.

— Algo escondes, Llobett. Y créeme que lo voy a descubrir, siempre consigo lo que quiero.

Noto como sonríe arrogante y se sienta en uno de los sillones de cuero de color negro con los pies encima. Se cree dueño de todo, maldito niño mimado.

— Lo consigues porque se lo pides a tu querido papi y bueno, el lo consigue por ti. O tal vez... a tu mami.

Deje aquella bola de transparente encima de la mesa y me dirigí hacia mi dormitorio. Pero siento como Malfoy toma fuertemente mi muñeca dándome vuelta y estando frente a él.

— Nunca, recuerda. Nunca hables de mi familia. Menos de mi madre. No tienes derecho de hacerlo y menos una sangre sucia que no tiene ni el más minúsculo privilegio que un mago de sangre pura como yo lo tiene –suelta con asco.

Lo miro a los ojos y veo cierto dolor en ellos. Creo que al nombrar a su madre le afectó. Su agarre fue apretándose cada vez más.

— Suéltame, me duele –me quejo.

— ¿No que eras tan fuerte, Llobett? –se ríe.

— ¡Imbecil me haces daño! –chillo.

Empiezo a retorcerme un poco, tratando de zafarme del fuerte agarre que Malfoy estaba ejerciendo en mi muñeca. Al mirarlo a los ojos, notó lo vidriosos que estaban estos y soltó su agarre de inmediato. Cambió su rostro a uno de asombro, noté que quizo decir algo y a la misma vez acercarse. Yo sólo me alejé. Y me adentré hacia los dormitorios de las chicas.

— Hola Aileen –saluda Daphne al entrar a la habitación.

— Hola Daphne –saludo cabizbaja mientras me sobo mi muñeca– ¿Está el perro?

En el desayuno hable con Daphne animadamente de mis cosas y ella de las suyas y bueno, le comenté que Pansy es como un perro como me dijo Logan y Dylan el primer día.

— No, se ha ido a dormir con una de sus amigas. Dijo que hoy no quería dormir aquí –levantó los hombros– ¿Estás bien?

—Si, sólo me he apretado con una puerta –miento– Que bueno que se fue. Así no escuchamos sus declaraciones hacia Malfoy en sus sueños –reímos.

Tome mi pijama y me dispuse a cambiarme en el baño. Lavé mis dientes y cepille mi cabello. Toque mi muñeca y noté como unas pequeñas marcas de dedos color rojizo se comenzaban a asomar en mi piel. Las toqué y sentí un pequeño ardor.

— Es un maldito imbécil –susurro antes de salir del baño y meterme en mis sábanas para así caer en un profundo sueño.

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¿qué opinan? ¿Draco se sentirá mal?