Capitulo 34; Vuelta a casa.

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—Prométeme que responderás todas mis lechuzas, Ail –dice Draco– porque si no soy capaz de volverme loco.

—No exageres –reí– nos veremos en unos días más.

—Esos días te extrañaré, créeme –dice antes de besarme. Le seguir el beso y reí sobre sus labios. Me separé de él y dirigí mi mirada hacia afuera.

Nos encontrábamos en el tren ya de vuelta. Estábamos solos en un compartimiento. Bueno en realidad, entramos y Draco ahuyentó a unos niños de Ravenclaw de primero y se fueron casi llorando. Digamos que me reí un poco al ver sus caras.

—Ya estamos por llegar –susurra Draco mientras comienza a besar lentamente mi cuello– al menos dame algo para no extrañarte tanto...

Sentí como una corriente de electricidad corre por todo mi cuerpo. Cerré mis ojos, disfrutando de los besos y caricias de Draco. Iba a besarlo pero un ruido hizo que dé un respingo. Escuché como Draco bufó y se reincorporó en el asiento del compartimiento.

—¡Vaya puedo freir un huevo aquí! -dice Harry sentándose frente a mí.

— ¿Qué quieres, Potter?

—Draco...

—No te emociones, vine a despedirme de mi amiga.

—Vaya, tú amiga es mí novia y creo que ella no quiere hablar contigo en este momento, estábamos ocupados.

—Draco, sólo calla...

Veo como Draco cruza los brazos y dirige su mirada hacia la ventana. Harry me mira con las cejas levantadas.

—Bueno, vine a decirte que quiero que te cuides. Por favor no dudes en escribirme si pasa algo, si sucede algo extraño -toma mi mano.

—¡Hey! -grita Draco a lo que Harry suelta mi mano lentamente y gira los ojos.

—Sólo hazlo, por favor.

—No te preocupes por eso Harry, estaré bien. Pasaré el verano con mis padres y con Draco, nunca estaré sola.

—Yo puedo protegerla San Potter -dice Draco- no necesita de tu protección.

—Pues si no te has dado cuenta, Voldemort ha vuelto y si tienes el descaro de decir que la protegerás luego de volverte uno de sus seguidores como lo es tú padre, créeme que no me sorprendería viniendo de ti.

Draco se levanta de su asiento de manera brusca lo cual lo sigo.

—Draco -susurro suavemente al tocar su mano con la yema de mis dedos.

Veo como tiene su mandíbula apretada y como su respiración se acelera. Aprieto su mano esperando que pueda calmarse, lo cual funcionó. Noto como voltea a verme con esos ojos que me encantan, su mirada se suaviza por una mucho más calmada.

—Jamás, le haría daño. Nunca dejaría que alguien la lastimara -suelta seco al sentarse, manteniendo la mirada en el paisaje de la ventana, al igual que antes.

—Estaré bien Harry. Gracias.

Harry le da una última mirada a Draco antes de irse, no sin antes de brindarme un beso en mi cabeza y pronunciar un "Adiós". Giro mis ojos hacia Draco, me acerco a él y tomo su mano entre mis dedos. Calzan a la perfección.

—No quiero ser uno de ellos -habla manteniendo la mirada en las verdes praderas del camino.

Frunzo el ceño.

—No quiero ser un mortífago.

—No deberías de pensar en eso.

—¿Cómo no hacerlo? Tal vez Potter tenga razón, me volveré igual que mi padre...

¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.Where stories live. Discover now