¡Estoy en Harry Potter! {Draco Malfoy} | El cáliz de fuego.

Capitulo 3; Conociendo al trío de oro.

Estaba sumida en mis pensamientos cuando siento que alguien entra en el compartimiento en el que estoy.

—Espero que no te moleste que... bueno estar acompañada.

Giro mi cabeza y noto a una chica castaña con rulos; Hermione. Y a su lado Ron seguido por el mismísimo Harry. Aclaro mi garganta y frunzo el ceño.

—No hay problema –sonrío leve a lo que ella me sonrió.

Se sienta en el asiento frente de mí junto con Ron a su lado. Harry se sentó al lado mío con una sonrisa de lado. Noto como Hermione ve un periódico; El Profeta. Genial,  se mueve.

— ¡¿Desean comprar alguna golosina?! ¡¿Golosinas, desean comprar algunas golosinas?! –noto como Ron y Harry rápidamente sacan sus galeones. Rei silenciosamente. Hermione lo notó e hizo una pequeña sonrisa– ¿Hola jóvenes desean alguna golosina?

—Unos Droobles y una varita de Regaliz. Oh creo que sólo serán unos Droobles.

—No, yo la pago –dice Harry.

—Solo unos Droobles, gracias –dice Ron y veo que se sienta.

—¿Cómo te llamas? Nunca te había visto por aquí –dice el pelirrojo entrecerrando los ojos.

—Es por que es mi primera vez yendo a Hogwarts –respondo– estaba estudiando en Beauxbatons. Pero mis padres estudiaron aquí en Hogwarts –procedí– me llamo Aileen Llobett, ¿Y ustedes?

—Yo soy Ron, el es Harry y ella Hermione –apuntó a cada uno mientras los mencionaba.

—Sí, ya conocí a Harry hace un rato –digo.

Harry levanta la cabeza en modo de saludo.

—Y Beauxbatons, genial. ¿Cómo es allá? –pregunta Ron.

—Oh, bueno el palacio de Beauxbatons está ubicada en los Pirineos. En el sur de Francia. Y es ahí donde se encuentra la academia de magia, digamos que su paradero se mantiene algo oculto y protegido, para así no revelar los secretos de la academia a otras escuelas –respondo.

Mantengo mi asombro oculto, Dios ¿De dónde ha salido eso? Es como si lo supiera todo.

—¡Es increíble! Espero que quedes en Gryffindor –responde Hermione y sonríe, seguido por Haryy.

—Espero.

Ya me está llamando mucho la atención el estar aquí y aún no llegamos.

—Esto es horrible. –dice Hermione leyendo El Profeta nuevamente– ¿Cómo que no saben quien conjuró la marca? ¿Que no había seguridad oh... –dice Hermione.

—Mucha según papá. Por eso les preocupa. Sucedió en sus narices –notamos como Harry se rasca su cabeza. Mas bien su cicatriz.

—¿Oye, te esta doliendo la cicatriz, verdad? –pregunta Hermione a lo que yo actúo asombrada.

—¡Por Merlín, es verdad lo de tu cicatriz! –creo que mi asombro salió bien ya que Harry sonrió sonrojado.

—Pues creo que sí –sonríe– y estoy bien –mira a su amiga.

—Creo que Sir...–finge toser– bueno, él debería saber lo que sucedió. En el campeonato y en tu sueño.

Harry va en busca de un pergamino y una pluma. Obviamente sabía lo que hacía, estaba escribiendo una carta a Sirius Black; su padrino. Así dándosela a su lechuza Hedwig. Empecé a hablar mucho con Hermione.

—Será mejor que vayamos a cambiarnos. Ya estamos llegando –dice Hermione– ¿Vamos Aileen? –pregunta.

—Vamos –respondo.

Al salir del compartimiento junto con nuestros bolsos de mano nos dirigíamos al baño.

—Aléjate de mi vista Granger, no quiero que tu olor a sangre sucia quede impregnado en mi ropa –volteo lentamente y noto una cabellera perfectamente platinada y unos ojos grises hermosos. Draco Malfoy. El novio de los sueños de mi hermana está parado en frente de mí. Dios se lo cuento y no me creerá, es decir, es obvio que no lo hará.

—¿Cuándo será el día en que dejes de molestar a la gente? –dice Hermione harta.

—El día en que seas una sangre limpia –ríe disgustado– es decir, nunca.

—Suena mejor el día en que la tintura de tu cabello devuelva tu cerebro, es decir, nunca –respondo mirando a Draco a los ojos. Es decir Malfoy, así le dicen.

—¿Y tu quien te crees que eres sangre sucia inmunda? Juntarte con Granger déjame decirte que no sube tu popularidad –me mira de arriba a abajo y alza una ceja– aunque... podría ayudarte ¿qué status de sangre eres? No te ves como tal...

—Algo que no te importa, idiota –respondo y entro al baño con el fin de cambiarme a mi nuevo uniforme. Realmente Malfoy hace que te saque de quicio. Al terminar noto a Hermione salir de otro baño ya lista.

—Oye Aileen, gracias por-por defenderme de Malfoy, pero no deberías meterte con el, su padre es muy peligroso y...

—Eso es lo que hacen las amigas, ¿no? –sonrío y noto como sus ojos tienen un ligero brillo y sonríe.

—Suena raro pero eres la única amiga mujer que tengo, las chicas suelen acercarme a mí solo por ser amiga de Harry, pero en ti siento que hay algo distinto –sonreí.

—Créeme, lo hay.

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"Suena mejor el día en que la tintura de tu cabello devuelva tu cerebro, es decir, nunca..."

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