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Punto de Vista por
Hang Jae.

Me desperté perezosamente en esa mañana. Me estiré entre las suaves y esponjosas sábanas blancas y respiré ese delicioso aroma que había en allí.

Delicioso perfume.

¡Ese no es mi perfume!

Me senté en la cama de inmediato y miré alrededor: esta no es mi habitación.

Es la habitación de J... ¿Dónde está el?

¡Mierda, mi vuelo!

—¿Qué hora es? ¡Necesito un reloj!

Me levanté de la cama y recién en ese momento me di cuenta que estaba sin ropa y con unos leves chupones en el cuerpo.

La noche realmente valió la pena.

—Maldita sea — me envolví en una sábana y trate de ubicarme a buscar mis pertenencias.

En realidad, estaba recordando nuestra noche. Literalmente desordenamos toda la habitación al amanecer teniendo sexo.

—Dios mío, no puede ser. ¿Qué hora es?

Encontré un celular, pero me encontré con una foto de un perro como fondo de pantalla.

Era su celular, así que eso quiere decir que él todavía está aquí...

Al por fin ver la hora no me relajé ni siquiera un poco, eran pasadas las nueve de la mañana, y mi vuelo salía al mediodía.

Necesito correr al aeropuerto.

Incluso pensé en poner mi número en su lista de contactos, pero el celular estaba protegido con contraseña.

—Solo queríamos sexo — me repito a mí misma y asiento.

Me vestí rápido, al parecer estaba dándose una ducha porque escuché la regadera.

¿Me había visto? Claro, ha sido quién ha despertado primero.

Ugh, mejor dejo de pensar tanto. Creo que lo mejor es irme. Lo que tuvimos fue un rollo de una noche a oscuras y creo que es mejor que quedemos así, pues no me avergonzaré si lo veo por la calle porque no lo haré. No sé quién es.

Eché un vistazo más alrededor de la habitación para asegurarme de no olvidar nada más que mi cordura aquí. Un poco a regañadientes dejé su teléfono celular en la cabecera de nuevo y salí de su habitación, cerrando la puerta con cuidado.

Llamé al ascensor hasta el piso en donde me había estado quedando y entré a mi habitación que comparada a la de J, no era nada. La de J parecía una suite presidencial.

¿Alguna vez lo volveré a ver?

¿O fue sólo una noche?

—Estás pensando mucho en él, Jae.

Y sí, estoy pensando mucho en él, en sus caricias, sus susurros y gemidos, sus besos, y cómo me ha dado placer toda la noche.

Ya que no puedo verte... me retorcí de placer en esa cama aún vestida, pero sintiendo su suave toque en mi piel debajo de mi ropa Te voy a sentir.

Gemí un poco más incontrolablemente cuando sentí su lengua en mi clavícula seguido de un beso y su toque descendiendo minuciosamente dentro de mis bragas, donde me estimuló.

—Voy a sentir tu cuerpo, saborearte... se deshizo de mi brasier y expuso mis pechos.

Luego fue a prestarles un poco de atención besándolos, chupando y mordisqueando mis duros y sensibles pezones. Empeorando el crítico estado de excitación, movió sus húmedos besos por mi vientre, hasta llegar al borde de mi intimidad, sacando mis bragas.

behind the spotlight » jjkWhere stories live. Discover now