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022

Punto de Vista por
Hang Jae.

No sé cómo se las arregla para verse tan hermoso sin esfuerzo, pero no creo que pueda cansarme nunca de mirarlo.

Desde los mechones que enmarcan su rostro y se sienten tan suaves entre mis dedos mientras los acaricio hasta sus fuertes brazos que ha envuelto alrededor de mi cuerpo comparativamente más pequeño para mantenerme cerca.

Se encuentra acostado mitad sobre su estómago y mitad sobre mi pecho con una mano estirada debajo de la almohada y la otra envuelta alrededor de mi cintura. Su nariz redonda toma una bocanada de aire cada poco segundo, que expulsa a través de sus labios ligeramente separados y haciendo un puchero. Es un verdadero contraste cómo su rostro a veces se ve tan inocente con su cuerpo mortalmente atractivo.

Me sonrojo cada vez que pienso en cómo me hace sentir. Cómo me sostiene. Cómo se cierne sobre mí, mirándome profundamente a los ojos. Cuánto empeño pone para poder satisfacerme y cómo no se avergüenza de demostrar lo bien que le hago sentir en forma de bajos gemidos y gruñidos que no retiene.

Su brazo con todos los tatuajes únicos y tentadores se fortalece alrededor de mi cintura y me mantiene a él mientras duerme. No pensé que Jungkook fuera un hombre al que le gustaran los lazos físicos, pero parece que lo disfruta mucho porque eso es lo que me demuestra.

Se ve tan tranquilo y feliz, que no le quiero despertar.

Hice un breve reconocimiento del lugar, confirmé que no estábamos en mi cuarto de hotel sino en el de él, recuerdos de la noche anterior me invaden. Y me regaño internamente porque esto es arriesgado, no sé quién frecuente su cuarto en las mañanas. ¿Qué si se aparece Dowok y me encuentra aquí?

Me levanté con mucho cuidado de la cama y fui al baño para ducharme porque sentía parte de mis músculos adoloridos.

Encontré un paquete de cepillos de dientes sellados, y aproveché para tomar uno y cepillarme. Me metí a la lujosa ducha, enjabonándome y dejando que las gotas de agua me relajaran los músculos. Creo que necesito hacer ejercicio físico. No mojo mi cabello pero si lo peino al salir, ya que está un poco enredado.

De vuelta a la habitación observé que Jungkook seguía durmiendo y como vi que su camiseta de ayer estaba tirada aproveché para ponérmela y volví a la cama.

Miré la hora. 5:30 a.m.

Aún hay un poco de tiempo para seguir durmiendo.

(...)

Me desperté con el sonido de una puerta y unos pasos.

¿Qué hora es?

Busco mi teléfono en la pequeña mesa y observo. 7:50 a.m.

Quito la vista de la pantalla de mi teléfono celular y allí es cuando veo a Jungkook y mi boca quiere llegar al piso.

Está saliendo de la ducha, su cabello mojado hace contraste con las pequeñas gotas que hay regadas por su torso. Y solo tiene puesta una toalla blanca. ¿Es esto el cielo?

—¿Te desperté? — se deja llegar hacia mí, inclinándose y dejando un beso en mi cabeza.

—N-no te preocupes, ya me había despertado antes.

—Me desperté no hace mucho también. Me levanté, fui al baño, me duché y volví aquí.

—Buenos días — le digo. Y sí que lo son. Fijé mi mirada en la suya.

—Buenos días, jagiya. ¿Dormiste bien?

—Perfectamente bien ¿y tú?

—De lo mejor — cedí a un beso.