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018

❝Mi amor, cada vez que te veo
Quiero apoyarme en ti, quiero tenerte...❞
ONLY — Lee Hi.

Punto de Vista por
Hang Jae.

No quería llorar pero tal vez el poco alcohol que había en mi sangre no me dejaba controlarlo.

No sé en qué estaba pensando para engañarme a mí misma de que podríamos estar juntos.

Ella es una idol.

Y yo solo soy... yo.

Mi padre tenía toda la razón cuando me advirtió esta mañana, pero no, de idiota necesitaba engañarme a mí misma pensando que significaba algo para él... Ya me quedó claro que no.

Nuestra "relación" al parecer tenía que ver con el sexo y debería haberlo entendido antes de hacerme ilusiones. ¿Por qué lo digo? Antes de comenzar a desarrollar un sentimiento por él, ya que me veía como una presa fácil, por supuesto, abrí mis piernas para él en la primera oportunidad.

Y estoy llorando porque es horrible la sensación de sentir que me acaban de usar, que mis sentimientos fueron usados ​​más allá de mi cuerpo.

Ignoré cada texto que llegaba a mi celular, cada llamada, todo. Y como pude, logré mandar un mensaje de texto a mi mamá. La necesitaba.

Escuché el timbre de la puerta y lo ignoré, mi madre tiene una copia de mi llave así que ella no puede ser. Luego escuché un golpe en la puerta desde lejos, sentí mi celular vibrar y miré, pensé que era mi madre pero no.

Era Jungkook.

Ya eran ocho llamadas perdidas.

A la novena lo rechacé.

Dos minutos más tarde volvió a llamar.

Observé y respiré hondo antes de responder para poder llorar en paz.

—¿Qué quieres de mí?

Intenté contenerme pero me era imposible, se daría cuenta de que estaba llorando.

Lloré más por eso, por mi vulnerabilidad.

—Abre la puerta por favor. — suplicó. —Vamos a conversar.

—No quiero verte. No quiero escucharte. ¡Mantente alejado de mí!

—No — puedo escuchar su desesperación. —Abre, Jae, por favor.

No pude soportarlo más y colgué, ahogando un grito en mi almohada.

Hice un esfuerzo absurdo, salí de mi habitación y abrí para encontrarlo agachado apoyado contra la puerta, pero pronto se paró tan rápido cuando me vio allí.

—Jae.

Retrocedí cuando se me acercó, haciendo que se detuviera.

—No te acerques a mí.

—Fue un malentendido, déjame explicarte. — sus ojos lucen cansados. —Yo sé que tú lo entenderás.

—No lo parece.

—Yo no la besé — habla rápidamente. Iba a cerrar la puerta después de escucharlo pero él rápidamente la sostiene. —Nunca te haría eso. N-no quiero lastimarte.

—¿Quieres que te muestre lo que hiciste? — le digo irónicamente. —No debería estar llorando por esto, no tenemos nada. Al fin y al cabo nunca tuvimos nada. Sólo... ya sabes. Por más feo que suene, así lo es. O al menos, así quedó demostrado que fue para ti.