behind the spotlight » jjk

038

Punto de Vista por
Woo Yoonah.

Después de todo lo que me ha dicho Jae, me ha llevado un tiempo poder asimilar lo que ha hecho Jungkook.

Traté de todas las formas posibles de formular situaciones en mi supuesta imaginación hiperactiva después de lo que Jae me dijo en su apartamento, pero, no podía encajar un momento en el que él le dijera eso.

Él no le diría eso, no usaría a Jae así después de todo lo que había florecido entre ellos.

No hay manera.

—¿Entonces? ¿Tú eres?

Salí de mis pensamientos al escuchar a la chica frente a mí.

¡Agh, Yoona! ¿En qué te has metido?
Me grita mi subconsciente.

Comunicarme con Namoo, estilista de Hybe Music no fue tan difícil como pensé. Solamente tuve que stalkear sus redes sociales, y luego di al enlace en su biografía que llevaba directamente a su correo electrónico profesional.

—Mucho gusto, soy Woo Yoonah. Estoy aquí por Jae...

—¿Hang Jae? ¿Te... refieres a Jae? — pregunta un poco incrédula a mis palabras. —¿Algo le pasó? — volví a suspirar. —¿Sabes que sucedió para que Jae desapareciera así?

—Han pasado muchas cosas, por eso mismo me quise comunicar contigo. Ella... desapareció, pero todo tiene una razón, no puedo decir mucho porque... le prometí que me callaría después de todo. Sin embargo, me afecta.

—No estoy entendiendo nada y por eso voy a preguntar de nuevo: ¿Qué pasó?

—¿Dónde está Jeon Jungkook? — ignoro su pregunta y hago yo la mía.

Mi cuestionamiento la hace dudar más de lo que parece. Como estilista de la compañía seguramente tendrá acuerdos de confidencialidad los cuales no puede romper.

—¿Jungkook? Seguramente en casa. — de momento parece recordar algo. —O seguramente no... Sooah, mi compañera, me informó por Kakao que iban en camino a una cafetería cerca de la zona de Gangnam...

¿Una cafetería?

Rápidamente reaccioné de una forma impulsiva.

—¿Cafetería? ¿Qué cafetería?

—Uh... — luce confundida y dudosa. —Espera — ojea su teléfono y luego me vuelve a observar. —Coffe Shop Lee.

—¡No! ¡No no no! ¡No dejes que vayan allí!

—¿Qué...?

—¡No, diles que se vayan a otra cafetería, a esa no! ¡Vamos, escríbele a tu amiga!

—Está bien... Sí.

Traté de llamar a Jae cuando Namoo ahora más confundida sacó de nuevo su teléfono celular.

En el último año Jae eliminó las redes sociales, su teléfono celular es literalmente solo para que Seol vea caricaturas o conversar con la familia en FaceTime o Kakao.

Y hoy decidió no contestar.

—¡Genial, ya debe estar trabajando! ¡Gran día para el reencuentro! ¡Perfecto! — no puedo evitar ser irónica.

—¡Dime qué está pasando, chica! ¡Es solo una cafetería! — se agobia Namoo frente a mí. —Comienzo a pensar que tienes serios problemas mentales.

—¡No es así! — respondí.

—¡Entonces explícamelo!

—Es... Jae.