031

2.8K 262 313
                                    

MARATÓN
(2)

Punto de Vista por
Jeon Jungkook.

Como buen caballero saqué la silla para que mi perfecta novia se acomodara en el restaurante cuidadosamente escogido para que tuviéramos nuestra cita.

—No pensé que hablabas en serio cuando dijiste "tú y yo en un restaurante".

—¿Ahora lo crees? — le digo sentándome tiempo después. —Quiero que confíes en mí, confía en mí, estoy dispuesto a mantenernos a los dos lo suficientemente encubiertos.

—Confío en ti. Si no lo hiciera, no estaría tan cómoda en un restaurante que podría estar rodeado de gente sabiendo que eres tú el que está cenando aquí. Pero hoy realmente no me importa nada, porque estoy feliz.

—Tampoco me importa nada porque soy feliz con la chica de la que estoy completamente enamorado.

Vi el rubor invadir su cara.

—Quieres hacerme sonrojar.

—Era justo lo que se necesitaba para que esta noche fuera perfecta.

Comenzó a reír negando levemente con su cabeza.

—Por eso me embarqué en esta locura de estar contigo a escondidas. Eres... eres todo lo que siempre he buscado en alguien, a pesar de que no sabía lo que quería. — entrelacé su mano delicada con la mía.

—¿Sabes qué? No me importa si acabas con mi carrera, o con lo que sea porque en ti encontré el amor de mi vida, la estabilidad, y el motivo de mi sonrisa sincera. Lo único que importa es esto de aquí, lo único que importa somos nosotros dos.

—¿Nos vamos a perder esta noche, de nuevo? — bebió de la copa, incluso tuvo el coraje de guiñarme un ojo. Ella me dejaba sin aliento, y siempre lo hacía.

—Me perdería con usted un millón de veces más, señorita Hang.

Rio burlona con mi último comentario, el sonido sexy de su risa haciendo que mis sentidos se pusieran alerta, y mi mente se llenara de un sinfín de posibilidades para más tarde...

—Te ves hermosa hoy.

Discretamente me arrastré a su lado y no dudé en besar sus labios con calma, sentir su olor y su reacción a mi tacto. Acercándome a ella y sosteniendo su rostro, la besé como si no hubiera nadie más en la tierra excepto nosotros dos.

Después de otro beso volví a componerme en esa mesa porque necesito mantenerla alimentada, se lo prometí a sus padres. Les prometí que cuidaría de ella como si fuera mi propia vida y eso es exactamente en lo que se ha convertido Jae en ese momento.

Su sonrisa.

Su falta de timidez cuando estamos solos en la habitación.

Sus ojos.

Sus mejillas que tanto amo y que la hacen lucir como la chica más perfecta que existe.

No puedo y tampoco me imagino una vida con alguien que no sea ella.

Y así dimos inicio a nuestra cena.

(...)

—¿A dónde estamos yendo?

Continué manejando tranquilamente a través de la noche estrellada de Seúl mientras ella me besaba en la mejilla. Ya dejé que se deshiciera de mi chaqueta solo para sentir que tocaba mi pecho porque dejé mi camisa parcialmente abierta.

behind the spotlight » jjkOnde histórias criam vida. Descubra agora