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024

Punto de Vista por
Hang Jae.

Los Ángeles, California.

SoFi Stadium. Última fecha en Estados Unidos.

Un poco desanimada, reuní fuerzas para otro día de trabajo. El desánimo es una mezcla de aprensión, tristeza y miedo.

Aunque no estoy ni una gota preparada para esto, ya he decidido que, si se confirma un embarazo, lo llevaré a término y criaré a mi hijo con Jungkook aceptándolo o no.

Si no acepta, mis maletas están listas para volver a casa, aunque para eso deba ocultar por el resto de mi vida quién es el padre.

Me apuré, arreglando mi insignia de VIP y alternando entre mi té helado y galletas.

Hoy también amanecí con un cólico muy fuerte, incluso hice una excepción para tomar un medicamento ya que si no fuera por él no tendría fuerzas para estar trabajando ahora. Entonces eso me llevaba a dos opciones: O menstruaba en estos días o efecto iba a tener un bebé en nueve meses.

Excelente. Eso es lo que necesitaba: volverme loca con esta jodida gira y un bebé a bordo.

También confirmé mi cita con mi ginecóloga a penas abandonáramos U.S.A porque necesito hacer las pruebas necesarias para salir de cualquier duda. No hay forma de que pueda hacer una prueba de farmacia por aquí sin que el personal no se dé cuenta y no sé si tengo el coraje de hacer eso con Jungkook tan cerca de mí.

Al escuchar las llamadas de parte del personal, fui a hacer mi trabajo junto a ellos, lo cual ahora estoy acostumbrada a hacer todo el tiempo, hasta que todo esté debidamente organizado y supervisado.

No vi a Jungkook hoy.

Escuché que tenían algunas entrevistas y que iba a estar un poco apurados para el show de hoy aquí en la arena.

—Iré al baño y cuando regrese te encuentro allá, es casi la hora. Ya van a salir.

—¡Vale! — coincide Namoo. —¿Has mejorado?

—Estoy mejor, así que es un progreso. ¡Ya vuelvo!

—¡Libera esa vejiga!

—¡Estoy a punto de hacer eso en mis pantalones! — riendo, fui a la zona de baños.

Dejé de reír cuando vi quién estaba allí.

Dowok.

Y él interrumpió mi paso.

—Señorita Hang Jae — me detiene. —Necesito aclarar dudas con usted.

—No tengo nada que aclarar.

—Desde el momento en que casi te desmayas sí — tiene una bolsa en su mano y me la tira. —Vamos a quitarnos la caretas y ser honestos.

—¿De qué hablas? — sostuve por impulso la bolsa de la farmacia que me tiró. —¿Q-qué es esto?

Prueba de embarazo.

—Sabes lo que es y solo te voy a preguntar una vez: ¿cuánto quieres por este pequeño espectáculo que quieres montar, niña?

¿Ah?

—No entiendo...

—Si estás embarazada de él, ¿Cuánto quieres por deshacerte de esa cosa? Porque no voy a dejar que arruines su vida con esto.

—¡Vete a la mierda! — le devolví la prueba. —¡No me quitaré nada porque el cuerpo es mío, así que las reglas son mías! ¡Si llego a estar embarazada, es mi decisión cualquier cosa que decida hacer!