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015

Punto de Vista por
Hang Jae.

Las sensaciones que recorren mi cuerpo me hacen cerrar los ojos. Un pequeño escalofrío me recorre la espalda, y un cálido aliento golpea mi rostro. Lentamente abro los ojos de nuevo, donde soy recibida por un par de ojos redondos, y brillantes.

Sin siquiera darme cuenta ya me encontraba en ropa interior mientras Jungkook se quitaba la camisa en frente de mí, bajando sus pantalones cargo, y permitiéndome la vista de sus bóxers negros abultados.

Él literalmente puede obtener lo que quiera de mí.

Sus brazos relucen ante mí y sus músculos y abdominales están definidos sin parecer exagerados. Sus hermosos tatuajes cubren la mayor parte de su piel, una manga completa de tinta complementando su físico tonificado.

Ya pronto estaba envolviendo esos fuertes y perfectos brazos alrededor de mí. Sentí su erección, sentí besos particularmente deliciosos en mi cuello. Todo mi cuerpo se derritió con esos húmedos y sensuales besos, con esas grandes manos vagando por mi piel, tocando los pequeños huesos de mis caderas, luego deslizándose por mi vientre, y bajando hacia mis muslos.

Observa cada detalle de mi rostro, sus ojos vagan desde mi frente hasta mis pómulos, sobre mi nariz, y luego se quedan fijos en mis labios. Sus labios están ligeramente abiertos y con cada respiración, siento el calor derretirse en mi rostro.

—Eres tan hermosa... — susurra tragando saliva y puedo ver claramente su manzana de Adán subiendo y bajando.

Tomo una respiración profunda, sin saber cómo responder a sus palabras, mis ojos nunca dejan los suyos. Deambulo de un lado a otro entre los dos orbes, en los que prácticamente puedo ver mi propio reflejo.

Su mirada salta constantemente de mis ojos a mis labios. Se inclina más y más cerca de mí y toco sus bíceps que se flexionan bajo mi toque. Me pide la entrada deslizando su lengua por mi labio inferior y se la concedo con rapidez. Su lengua encuentra la mía y luchamos por el dominio. Examina cada rincón de mi boca y prueba cada parte de mí. Un beso tan íntimo y excitante. Inclinamos nuestras cabezas de lado a lado besándonos, haciéndonos gemir de placer.

Coloco una mano plana sobre su pecho desnudo para apartarlo, solo para tomar algo de aire. Se aleja lentamente después de morderme el labio inferior con los dientes y ambos respiramos con dificultad. Nuestras frentes se tocan, mientras tratamos de regular nuestra respiración sumamente agitada.

Mis ojos no se cansan, recorren y siguen la tinta en su piel.

Luego, lentamente, siento como ágilmente sube sus manos por los costados de mi abdomen y sus dedos tratan de llegar al broche de mi sostén, arqueo mi espalda para ayudarlo. Lo dejo hacer, y dejo que lo quite y lo arroje a alguna parte de la habitación... Luego, su boca baja y toma uno de mis senos: chupa, mordisquea y luego lame. Gimo y agarro su cabello mientras lo hace. Su hábil boca continúa complaciendo mis senos.

—Jungkook... — gimo, mordiéndome el labio.

—¿Estás ansiosa? — sube y me besa suavemente debajo de mi oreja, con una mano ya acariciando y preparando mi intimidad. —¿Mi bebé está ansiosa?... — ese apodo me hace sentir cosas. Una mezcla de vergüenza y deseo que me marea, y me pone absurdamente feliz. —¿Uhm? — murmura. Siento su cálido aliento en mi oído, haciéndome temblar. —No hay necesidad de tratar de ocultarlo, sé cuánto lo estás.

Sus palabras hicieron que me retorciera contra él, solo me perdí en la sensación y en la risa nasal encantada que soltó en mi oído.

—Pero que sepas que yo también lo estoy jagi, me tienes muy duro — empezó a besar mi hombro, el valle entre mis pechos, hasta bajar a mi ombligo. Luego, él me mira, y cuando veo sus ojos, sé que estoy totalmente perdida.