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028

Punto de Vista por
Hang Jae.

—Así que Jeon Jungkook...

Volví a concentrarme en el Tteokbokki perfecto que mi madre había preparado para nuestra tan esperada cena especial en la que finalmente les iba a presentar a mi famoso novio.

Nunca, ni en mis mejores ilusiones, podría haber imaginado que algún día les presentaría a Jeon Jungkook como mi novio a mis padres, pero esto definitivamente está sucediendo, es el fanfic de Yoonah realmente hecho realidad, y con el cantante más inverosímil de todos los tiempos.

Nunca me he visto como una gran fanática que sigue a los grupos del momento. Pero ciertamente él tenía razón sobre cuando algo no nos gusta: tarde o temprano algo se convierte en una excepción. Él es mi excepción.

Y ahora quería reírme en la cara de él frente a mi padre.

—Nunca pensé que me presentarías a un novio famoso, Jae...

—¡Papá! — no pude evitar reírme.

—Así es, señor Hang. Gusto en conocerlo.

—Educado, me gusta — responde mi padre. —Eso me ahorra otro sermón... Jae ya debe haberte dicho que tuvo una infancia problemática de la que no estoy orgulloso de haber sido parte...

—Papá... — Ay no, papá.

—Shh, jovencita — responde. En cambio, mi madre voltea los ojos fastidiada de las largas presentaciones de papá y no puedo aguantar las ganas de reírme de la cara de Jungkook. —Y ella también tuvo una adolescencia... un poco fea. No me gusta recordar esa etapa de la vida de mi hija porque no quiero imaginarla ni verla sufrir de nuevo. Y por eso, por todo lo que poco a poco ha ido superando, necesito saber cuáles son tus verdaderas intenciones con ella.

Silencio.

Ay no, ¡no puede hablar en serio!

Mi progenitor prosigue. —No es porque seas famoso lo que va a anular esa preocupación en mí, para mí eres como cualquier otra persona con la que Jae llegó a mencionar que se estaba involucrando, sin privilegios ni fama. Ella es mi única hija, siempre será mi pequeña niña y todo lo que quiero es que alguien mantenga ese brillo en sus ojos.

—Eso es todo lo que más deseo, Sr. Hang — responde el pelinegro a mi lado de forma muy formal. —Cuidar cada día que pasa como si la vida de Jae fuera la mía y mantener su sonrisa. Quiero tener todo con su hija, seguir todos los pasos hasta un día poder estar aquí de nuevo pero para pedirle permiso para casarme con ella.

¡¿Qué?!

Aquí es donde me derretí mirando tontamente a mi novio.

—No puedo verme sin su hija. Y quiero seguir construyendo esto que tenemos diariamente con ella.

—¿Tengo tu palabra de que vas a mantenerla así de tonta?

Todos se rieron de mi cara de incrédula, pero enamorada.

¿Escucharon a este hombre declararse así? ¿Cómo no tener una sonrisa de tonta?

—Absolutamente.

—Entonces bienvenido a la familia.

—¡Eso fue lo más dulce que he escuchado! — intercede mi mamá, que lo mira sonriente.

Vi a Jungkook sonrojarse y no pude creerlo. El hechizo se volvió contra el hechicero.

—Jae, deja las mejillas del chico en paz.