Capítulo 21

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Elizabeth

26 de mayo del 2021

Querido diario:

Tenemos un nuevo inquilino en casa.

Sorpresivamente, después de la fiesta que dimos, Thomas vino con sus pertenencias diciendo que lo habían echado de la suya. Otra vez volvió a pelearse con su padre y ya no se aguantan. Su rostro, con moretones, me decía que se había peleado con más personas, no solo con el viejo ese, pero él no me contó nada más. Obviamente, le dije que era bienvenido. Ambientó el tercer cuarto, el de invitados, ese que siempre usa cuando se queda. La de mi mamá todavía no la he podido vaciar. Tampoco quiero entrar por miedo a lo que me puedo encontrar, así que la tengo bajo llave.

Convivir con él es como si fuéramos una pareja de viejos. Si Thomas realiza el desayuno, yo lavo los platos y si no, es al revés. Quiso pagarme un alquiler, pero me negué. Entonces vive comprando cosas que no tenía idea de que me faltaban. Arregló la puerta del patio trasero que no cerraba bien y una canilla de la cocina que goteaba como loca. Tenerlo tan cerca se siente bien, más que bien.

No nos hablamos mucho porque la vergüenza de lo que vio, hace que agache la cabeza cada vez que quiere tocar el tema. No puedo explicarle lo que me hace sentir lo que hago, creo que él no lo va a entender por el simple hecho de que es hombre y el sexo es moneda corriente para su género, sea como sea, sé que le dolió porque me lo dijo. Sé que no esperaba eso de mí, pero no hay vuelta atrás. Me gusta esta clase de vida.

Tuvimos una charla algo superficial. Quiso hacerme confesar, pero lo único que logró es que me dé mucha más vergüenza. ¿Cómo le explicas a una persona, que el único momento de control que sientes que tienes de tu vida, es cuando otros están a tu entera disposición? Puede ser mi mejor amigo, todo lo que quieras, hasta puedo confesar que tengo sentimientos encontrados con este ser. Pero, de ahí a hablar tan abiertamente del tema, no. Sé que si le explico con lujo de detalle, de como me siento en realidad, él no me juzgaría. Sin embargo, no encuentro las palabras.

Pasando a otro tema... El curso es fácil, teniendo en cuenta que ya puedo dominar la máquina, así que voy bien encaminada y faltan solo las últimas pruebas para que me den el diploma y ya pueda empezar a ejercer. No le dije nada a nadie, pero aparte hice un curso acelerado para colocar piercings, el cual ya me recibí hoy y mi modelo fue Mar. Le hice uno en la nariz y otro en la oreja, una barra que se pasa de lado a lado. También me hicieron practicar con otras personas. Uno fue en la ceja y en la lengua. Otra chica me dejó hacerle en el ombligo, pero mi mayor presión fue cuando hice el famoso piercing vaginal, la zona es tan delicada que no me animaba al principio, igualmente, lo terminé realizando, aguantando mi propio dolor fantasma en mi parte íntima. El del pene lo practiqué con un muñeco, igual que otros compañeros.

Ya tengo el regalo de Thomas, es nuestra foto del tatuaje en conjunto, en un marco hecho a mano con diferentes modelos de motos pegados alrededor. Es una ganga, pero todo lo que nos damos en nuestros cumpleaños es así.

El famoso hombre anónimo, ese que me escribe desde un número desconocido, me confesó que también era el hombre de la habitación del infierno. Imagínate mi reacción cuando me pidió que tengamos otro encuentro más unos días después de mi cumpleaños, como regalo.

Así que está hecho. Él me encanta y sé que lo vuelvo loco. Sería el tercer encuentro que voy a tener con él y no veo la hora de que me revele su identidad. Porque quiero saber: ¿Cómo tiene mi número? Deduciendo que me conoce, supongo que compartimos la preparatoria, ya que me nombró los rumores que corrían ahí de las vacaciones.

No puede ser Luke porque en el primer encuentro con el desconocido, él estaba buscándome un modelo para enseñarme algunos trucos. No puede ser Christian, porque no tiene tendencias dominantes. Descarté varios más por su contextura física, por el simple hecho de que este es grandote. Aunque no lo haya visto, sé que usa el pelo corto, me di cuenta al tacto.

Mar y Alice, ahora que Thomas está en casa, vienen poco, no sé por qué, pero ellas dicen que estoy con la compañía que necesito. Ayer me llevé un súper susto cuando lo vi salir del baño con una toalla enroscada a su cadera y gotas cayendo en su fuerte, moreno y desnudo torso. No se me cayó la baba porque entré, prácticamente, corriendo a mi habitación y la reacción de él fue matarse de risa.

"¿Te gusta lo que ves?" Me gritó y le dije irónicamente, gritando también, "Cómo si fuera la primera vez."

Rompí con Chris, después de la charla moral que tuve con mi amigo, para que al menos deje de practicar mis tendencias con conocidos. Mi reciente ex me rogó, se puso a llorar en el medio del campus. De rodillas me pidió que no lo dejara, que me necesitaba. Thomas tuvo que interferir porque estaba haciendo el ridículo y yo quedé como la perra rompe corazones que había embrujado y dejado hecho un muñeco de trapo a uno de los mejores prospectos de hombre del último año. Él se iba a ir de todas maneras. Tiene una beca por ser jugador de rugby, en no sé qué universidad, al otro lado del país y yo me quedo acá. Nunca vi que a él lo trataran mal por dejar chicas llorando en el pasillo, pero claro, como yo soy mujer "Tengo que entender".

Papá me llamó hoy preguntándome cómo estaba todo, como siempre le contesto con monosílabos y por suerte la charla no se estira mucho. Me interrogó un poco para ver si ya había mandado la solicitud a la universidad, específicamente a la rama de contabilidad, y le contesté que no iba a ir. Me amenazó con dejar de pasarme dinero y le respondí que haga lo que quiera, cortando la llamada. La realidad es que, yo no estoy ganando mal y ahora tengo la ayuda de Thomas. Por lo tanto, poco me importa las decisiones que él tome.

Aparte, con mis nuevos títulos, seguramente vamos a tener más clientes y sobre todo va a entrar más dinero. En efecto, Thomas estuvo de acuerdo con mi decisión de no darle más vuelta al asunto. Con la plata que tengo ahorrada todavía puedo vivir tranquilamente dos años sin trabajar. Me da el suficiente tiempo para seguir generando y no gastarla. Este viejo se piensa que no puedo sola. Mi mamá me enseñó bastante bien a abrirme camino sin depender de nada, ni de nadie.

Los últimos exámenes, bien. Ya casi cierran las notas finales. No tengo ninguna materia desaprobada, tampoco es que sea uno de los mejores promedios, pero eso no importa.

Estoy ansiosa por el encuentro con mi hombre infernal. Él puede creer que me manipula a su antojo, pero la realidad va mucho más allá. Me gusta como maneja la situación, me inspira confianza, aunque no lo conozca realmente, se nota a la legua que tiene experiencia acumulada. Y, la verdad, es que tenemos unos encuentros increíbles.

Me la paso sacando fotos, constantemente creando nuevos recuerdos, pero mis preferidas son cuando Thomas entra en una especie de trance y comienza a dibujar, él a veces hace lo mismo conmigo. Cuando nos entra la inspiración, no podemos parar. Somos como una máquina de creación imaginaria.

Ya no sé que más contarte. Hasta la próxima. E.

─── ∙ ~εïз~ ∙ ───

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Querido DiarioWhere stories live. Discover now