Quince años esperándola.

174 32 10
                                    

Emma.

Me desperté algo alicaída por haber visto ese video de mamá ayer, no se si mirarlos me estaba haciendo bien o mal a estas alturas... porque cada vez deseaba con más fuerza haberla conocido, últimamente creo que estábamos volviendo al hoyo negro de extrañarla y Amie lo notaba. Me levanté y en camino hacia la cocina no pude evitar escuchar la voz de ella (mucho más alta de lo que normalmente era), saliendo de su habitación.

¡Estoy cansada, David! ¡Cansada! entiendo que todo lo que les pasó fue horrible, entiendo que la amabas, por lo visto más de lo que vas a amar a nadie más que Emma en la vida, eso lo entendí y lo acepté, pero ¡estoy harta de ser solo una maldita compañera de casa que cuida de tus niños! yo me merezco un esposo como el que tuvo M, claro, pero ¡qué ilusa! no todas tenemos esa suerte... esa suerte es solo para las mujeres todopoderosas como ella...

― Amie, no digas eso porque tú sabes que yo te quiero... sino, no nos hubiésemos casado, mucho menos tenido hijos.

― Tu me quieres, ¡pero a ella la amas! no sé si te has dado cuenta, pero pasaron quince años, ¡QUINCE! y tú sigues esperándola y le enseñas lo mismo a Emma, mientras tanto yo vivo aquí de inquilina y estoy hasta la medula de esa situación, solo lo digo para que no te extrañe el día que me largue de aquí con mis hijos ¡porque ya no lo soporto más!

― No es para tanto, yo vivo contigo, duermo contigo...

― Duermes conmigo, ¡tal vez! pero ¿crees que soy idiota? ¿Cuándo dices mi nombre en sueños? ¡Nunca! ¿Cuántas veces por noche tengo que escuchar «M» en tus labios? ¡Más de una te puedo decir! Lo que es peor, estoy segura, totalmente segura de que cuando hacemos el amor, estás pensando en ella... eso es en extremo denigrante e inaceptable David...

― Tal vez no puedo manejar tan bien el pasado como quiero Amie, pero tú eres mi presente... tú, Emma y mis hijos...

No hay nada que digas que cambie lo que tengo que vivir todos los días, Emma considera más su madre a una lista de reproducción de videos que a mi, ¡casi ni me toma en cuenta! Lo único que pido es no tener celos de un fantasma, que no sea más importante que yo en esta casa; por lo menos que seamos tratadas por igual, ya que es imposible que me den más importancia a mi, ¡que estoy viva y estoy aquí!― se quedó todo en silencio por unos segundos y pronto Amie reanudó su monólogo iracundo― ¡¿ves lo que digo?! La llamé fantasma y tú te ofendes, ¡como si no lo fuese! como si está de vacaciones y viene en dos semanas, ¡no David Luiz, está muerta, lleva más de una década muerta! tal vez estoy siendo cruel, pero también es crueldad este menosprecio que me hacen, ¡siento que para ustedes no valgo nada!...

Baje rápidamente las escaleras porque escuché pasos en dirección a la puerta, tenía que hablar con papá... él no podía dejar que Amie se fuera, primero porque yo sabía que él sí la quería y segundo porque eso lo lanzaría directo a los brazos de la tristeza y el abandono, yo no iba a permitir eso, tendríamos que mejorar, los dos...

Esa tarde (como todas) Amie se fue a trabajar, ella era directora de una reconocida revista y papá se fue a la academia de fútbol que le pertenecía aquí en París, aunque no era la única, tenía más en varios países, es a lo que se dedicó luego de la muerte de mamá. Sabía que no iban a llegar hasta tarde, entonces llamé a Sago para que viniese a merendar, casi cenar conmigo y los gemelos, puesto que me los dejaron cuidando porque no había guardería hoy. Quería sorprenderlo, entonces estaba preparando tiramisú de postre, ya el cerdo en salsa agridulce estaba casi listo. Mientras me encontraba preparando una ensalada fresca en la cocina, me di cuenta de que Pelu había comido demasiados dulces en el día puesto que comenzó a rebotar por todas partes, Nito, siempre más tranquilo solo jugaba con el aparatito que emitía un dibujo y sonido de animales para que el niño los identificara.

Estado sentimental: es complicado (DGPP #2).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora