Extra #2

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David.


-Joseph espero que entiendas que no necesito más de tus servicios...

- Señor David jamás me lo perdonaré, yo debí ser más cuidadoso... no debí dejarla bajarse del auto, no debí permitírselo. La buscaré, le juro que no descansaré hasta que la encuentre.

- Gracias por tu ayuda, pero no quiero saber nada más de ti luego que te de tu liquidación, tenías un trabajo muy específico: cuidar a Emma, ese era tu único trabajo, ser mis ojos y oídos cuando yo no estuviese. No lo hiciste bien, ahora no puedes enmendarlo buscándola, ya hay suficientes personas haciéndolo...

- Señor, yo la quiero como si fuese mi propia hija, la he visto crecer... no voy a dejar de buscarla así me lo pida, siento que es mi responsabilidad.

- ¡No es tu maldita responsabilidad! Tu responsabilidad era otra, era mantenerla a salvo, ¿o es que no lo comprendías? Fuera de mi casa Joseph, ¡ahora mismo!

- David, Joseph ha estado con nosotros durante años, no me parece correcto que le hables así ¡ni a él ni a nadie! Creo que no hubiese podido cambiar el curso de las cosas ni siquiera si hubiese tenido oportunidad de hacerlo, las cosas pasan como tienen que pasar y no es culpa de nadie, no tienes que buscar un culpable, ese no es el hijo que yo crié... Joseph, vete tranquilo, ya hablaremos cuando estemos más calmados, si tienes noticias de Em, sabes, puedes venir cuando quieras...

Salgo de la habitación frustrado, me tomo un tranquilizante porque siento que los nervios me están abrumando, mamá tiene razón pero la rabia dentro de mi sí necesita culpables, todo en mi interior se pregunta por qué tienen que pasarme esta sarta de cosas desgraciadas sin descanso... estoy agobiado, tan agobiado...

...

- ¿Entonces no sabes cuál es el sabor de helado favorito de tu esposa?

- ¡Claro que lo sé!

- Espero que si lo sepas Luiz... por tu bien que espero que sí... yo sé cuál es el tuyo, es fresa by the way...

- Es que yo tendría perdón porque tú eres muy específica M...

- Bueno solo quiero que recuerdes que estamos en televisión nacional... y si te equivocas vas a quedar mal frente a millones de personas y sobre todo conmigo... pero sin presiones, tómatelo con calma... ¿Qué tanto te tardas? Ya deberías haberlo dicho, ¡por Odín!

-Es torta Suiza con pistacho y frost de caramelo... los venden en una heladería de estilo napolitana cerca de casa... desde que los descubriste enloqueciste al respecto, cabe resaltar que fui yo quien te llevé la primera vez ahí, ¿cómo no iba a recordarlo?­­­

Apago la televisión porque no quiero seguir mirando el circo en el que se convirtieron las cosas desde que Emma desapareció hace dos meses... dos largos y agonizantes meses... la prensa, los medios en general creen que puede jugar con mi dolor televisando «especiales» acerca de sus entrevistas, sola o conmigo. Además de programas especiales acerca de la búsqueda de Emma, estoy al borde de poner una demanda, no es justo que hagan dinero a costillas de mi mujer muerta y mi hija desaparecida... me siento en la cama cuando asimilo lo que acabo de pensar, llevo mis manos hasta mi cara tratando de calmarme.

«Emma va a aparecer... tiene que aparecer...»

No puedo contenerlo más y salgo a buscar a Juliette, sé que ella no es M, lo sé de sobrada manera cuando ella habla, lo sé cuando veo que no usa gafas y no hace este movimiento de acomodárselas con el índice cuando se le resbalaban del tabique, como graciosamente M siempre hacía... lo sé cuando ella no puede decir esas ocurrencias maravillosas que preciosa tenía... lo sé porque su sonrisa no es nada igual... lo sé porque preciosa era única... es solo que el parecido de ella, vital y tangible me hace no perder la cabeza... es una conexión a la cordura.

La consigo en su departamento, me abre la puerta en una ropa muy inapropiada, se sonríe maliciosa y me invita a pasar.

- Hola Vid... no te esperaba tan seguido, pero qué bueno que viniste, compré unas bragas mucho más caras y más costosas, ¡sé que te encantarán! ¿Las quieres ver ahora?- pregunta como si nada, conquistarla fue demasiado fácil... preciosa no era nada fácil... el mundo que me costó tenerla, esto no era para nada interesante, pero la miro y recuerdo, la miro y me obligo a pensar que no es Juliette...

- Solo vine a acurrucarme contigo... no quiero que tengamos sexo hoy, es que no quería dormir solo.

- Oh... ya veo... pues como quieras, mi casa es tu casa- dice decepcionada porque a esta chica solo le importa acostarse conmigo, es sexo sin significado, aunque para mí lo tiene... pero no por ella, sino porque sueño que estoy con... con M...

- ¿Crees que puedas ir a comprar lencería mañana?

- Por supuesto amor, compraré camiones de lencería si quieres, pero necesitaré tu tarjeta de crédito, aunque eso lo sabes...

- Claro, toma- la saco de mi billetera y se la tiendo.

- Pero esta no es la dorada... sabes que me gusta la dorada, el límite es más alto... ¿Si?- la tomo de vuelta y le tiendo la que quiere, en realidad no me importa el dinero, es lo que menos me importa ahora...

Nos acostamos y me quedo dormido rápidamente, aún cuando no lo quería porque sabía que tendría pesadillas, como siempre las tenía desde que mi niña desapareció, no sé donde está o si está bien... no sé por qué situaciones horribles estará pasando... nadie la encuentra, nadie tiene un rastro de ella aunque tengo un batallón de ineptos trabajando en ello. No puedo creer que ni siquiera tengan una pista, ni la más mínima... nada. Si no la consiguen o si le pasó lo mismo que a M no lo soportaré, no seré capaz... me moriré con ellas...

- David, no la cuidaste...-me dice M con expresión dolida. Hay rabia e impotencia en su mirada.

-M, mi amor, yo te juro que...

- Te dije que quería que mi niña fuese feliz David... que quería que nada la afectara, que la dañara, ¿Por qué dejaste que se perdiera? ¿Por qué no la cuidaste? No la amas ¿verdad? No la amas porque no es tu hija...

-No... mi amor claro que la amo... claro que sí, con toda mi vida, la cuidé con todo el amor que pude preciosa... pero ella... se fue de mis manos, ¡no tuve tiempo de pararlo! No podía saber... nunca me imaginé lo que estaba pasando... M perdóname mi amor... yo no quería perder a nuestra hija, no quería que nada le pasara...

- ¿Dónde está mi niña David? ¿Por qué dejaste que cayera en desgracia? Encuéntrala...- Sus sollozos no me dejan pensar claramente, no quiero escucharla sollozar, quiero que esté bien... que esté tranquila, no soporto que sufra.

-Preciosa te prometo que la encontraré, te prometo que lo solucionaré, no voy a dejar que nada le pase, te lo juro por lo más sagrado M-tomé sus manos tratando de tranquilizarla.

-Justo como cuidaste de mi... no lo creo David, a mi me dejaste morir... a mi me dejaste ir justo a mi muerte, si así la vas a cuidar mejor ni tengo esperanzas al respecto...- me dice zafándose y mirándome con odio de nuevo, no puedo evitar sentir como si me ha herido con un cuchillo.

- ¿Cómo dices eso preciosa? No... yo hubiese dado la vida por ti M, pero tienes razón... tienes toda la razón, no te detuve de ir directo a tu muerte... ni ahora pude retener a Emma, tienes razón, no soy digno de ustedes, nunca lo fui, les fallé- comienzo a sollozar sin poderlo evitar.

-Me fallaste, yo confiaba en ti, eras la persona en la que más confiaba David... y me fallaste de la peor manera... me dejaste para morir y ahora a mi hija... te odio por eso, siempre te voy a odiar por eso...

- NO M, ¡NO DIGAS ESO!

- ¡NO!-despierto agitado para mirar a Juliette a mi lado, ella se levanta molesta porque la he despertado.

- ¿Qué te pasa? ¿No puedes dormir como una persona normal? Me asustaste...

- Tranquila, siento haberte despertado... no fue mi intención... solo tuve una pesadilla, vuelve a dormir...



Estado sentimental: es complicado (DGPP #2).Onde histórias criam vida. Descubra agora