Epílogo. Lo que viene será mucho mejor.

250 30 30
                                    

Alma.

― Hey, pequeñito comelón, ¡comes mucho nené! parece que no tienes fondo... deberías aprender de tus hermanitos y dormir más― digo acariciando la pequeña y gordita mejilla de Thiago, mi bebé de dos meses, bueno uno de ellos, en las cunas están Adrianita y Alejandro. En realidad aún no descubrimos a quién se parecen, solo sabemos que hasta los momentos tienen el cabello oscuro como el de Isago, pero sus ojos son claros como los míos, simplemente son bebés hermosos con mejillas rosadas que no me dejan un segundo para respirar, cuando uno duerme el otro pide comida y el otro necesita un cambio de pañal. Isago me ayuda, si no fuese así no podría darme abasto para cuidarlos. Ahora vivimos en Londres, cerca de la casa de mamá, ella también me echa una mano a veces, pero papá no suele frecuentar mi casa para no tener que ver a Isago, yo llevo los bebés a la suya. Eso sí, es un abuelo perdido de consentidor, él ama a los trillizos a muerte. Por su parte nadie de la familia de tío David los conoce, no los he llevado, ni planeo llevarlos por lo pronto a París, Emma podría lanzar una especie de maldición sobre ellos o quién sabe y no quiero exponerlos a ningún tipo de mala energía.

― Mi amor dámelo, ya terminó de comer, puedes ir y tomar un baño como la gente decente, Adri y Ale siguen dormidos, no se despertarán, ¡lo logramos!― dice en susurros mientras le tiendo la manta y al bebé, él se queda tranquilo cuando le doy el chupete, acomoda sus manitas enfundadas en pequeños guantes a cada lado de su cara y se dispone a quedarse dormido en el pecho de Isago, yo lo beso en los labios antes de entrar al baño.

...

Me encuentro comprando ropa para los trillizos con Isago, la pierden con tanta facilidad que me parece increíble, empujo el carrito para bebés, ya tienen ocho meses, ocho meses de ricitos castaños, ojitos verdes y muchas alegrías, de ver como patean, como se mueven, celebro hasta el hecho de que den una respiración. Isago me abraza por un costado. Nos conseguimos con mamá y papá. Los saludo y papá inmediatamente toma a Adri en brazos, él simplemente no puede evitarlo cada vez que los ve.

― ¿Cómo está mi nietecita consentida?― La toma por su redonda barriguita y le hace cosquillas― La única niña de la casa, ¿Cómo está?― Ella se sonríe y se abraza a él, mientras mira a Isago con desprecio.

― Isago... ¿cómo están tus papás y tu hermano?― pregunta con desdén.

― Bien señor Mark... ¿cómo está señora Kassandra?

― Bien Isago...

― Esto no tiene sentido...― reprocho cuando de repente todo se queda callado― No va a cambiar... deberían acostumbrarse porque no cambiará mamá, papá, Isago es mi marido, el papá de mis hijos, somos una familia y muy feliz por cierto. Lo que sea que haya pasado, es exactamente eso, pasado... Ustedes aman a los trillizos, nosotros también, por eso sabemos que este ambiente hostil no es nada bueno para ellos. Lamentablemente si no pueden olvidar y perdonar, nosotros deberemos alejarnos, por el bien de todos...― Papá se ve molesto, pero aún así parece que cederá.

― Tienes razón Alma... hemos estado castigándolos todo este tiempo, pero aún cuando no estuve de acuerdo con esa unión, ni estaré completamente cómodo con eso en mucho tiempo, tengo que hacerlo por los trillizos...

― Solo por ellos― repite mamá tomando el brazo de papá y caminamos en dirección a las tiendas de bebés, parece que de ahora en adelante las cosas comenzarán a salir bien...

...

Es el cumpleaños de los gemelos de tío David, están cumpliendo seis años, mamá me ha dicho que debería ir con mis niños a que él los conozca, que es como si al final fuesen casi sus nietos, pero no sé si él quiera eso... no sé si todos estemos preparados para eso, sin embargo de alguna forma mamá nos ha envuelto para viajar a París, así que estamos instalándonos en un hotel. La fiesta es en casa de tío David y en realidad pienso que no quiero, ni debemos ir... nos rechazarán, o pueden rechazar a mis bebés y eso no lo soportaría...

Estado sentimental: es complicado (DGPP #2).Where stories live. Discover now