🍕 Capítulo 26 🍕

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William y Michael se habían esforzado mucho en crear algo en tiempo récord. Fue idea del menor crear un compañero ideal para el peluche inseparable de su hermano. Crear un Springbonnie que pueda moverse, cantar y bailar. Los dos pusieron todo su empeño en ello. Debían de hacer el peluche, un endoesqueleto delgado, el circuito y un sistema de sonido. Pasaron días haciéndolo.

Primero hicieron el endoesqueleto, luego un circuito algo sencillo capaz de llevar un código sencillo, para permitir el pequeño baile que querían darle. Grabaron la voz de Springbonnie -hecha por William- diciendo cosas tiernas como "¡Te quiero Evan!" o un "Siempre estaré para ti". La introdujeron en el circuito a través de un chip que les costó un riñón, no tan sólo pagar, si no encontrar. Henry los ayudó en eso. Estaban en la última etapa. El proyecto estaba en su cuarto día.

-Necesitamos tela amarilla, vamos a tener que ir de nuevo a ese lugar tan hermoso donde huele a húmedo -Rio William-. Pero es necesario.

-¡Puej! Ese lugar es horrible, papá -Se quejó Michael-. Huele a perro mojado.

-Nada que hacer, es el único lugar donde venden el terciopelo brillante y bien amarillo -Suspiró. Se estiró en su silla-. Bien. Vamos.

Se subieron al auto y fueron a comprar la tela necesaria. Un amarillo muy intenso, y uno más suave, más beige. Botones, y tela morada, con hilo del mismo color, además de comprar verde y blanco. Ya tenían los materiales. Era hora de hacer la carcasa para el endoesqueleto, y luego la parte "apretable y suave" -según Michael-. Estuvieron la mitad del día en eso. Una vez terminaron, decidieron ir a comer algo.

Volvieron a subirse al auto, y buscaron algún restaurante que les agradará. No había nada muy interesante, por lo que decidieron comer comida china. Comieron algo bastante común, arroz chaufan con carne mongoliana y una sopa de verduras y algas. A veces hasta a William le sorprendía que su relación con su hijo haya florecido de esa manera. Se preguntaba que hubiese pasado si Michael no se hubiese dado cuenta.

-Oye papá -Dijo Michael tras tomar algo de sopa- ¿Cómo sabes coser tan bien? Ya es como la quinta vez que te veo cubrir la carcasa con la tela como si fuera lo más fácil del mundo.

-Hm -William tenía la boca llena. No respondió por unos segundos hasta tragar-. Cuando tenía tu edad, tuve que trabajar en una fábrica de ropa.

-¿En serio? -Michael miró a su padre- ¿Jornada completa?

-Y más que eso -William siguió comiendo, quedándose en silencio-. Mucho más.

-Pero eso no es legal -Su padre le sonrió. Era una sonrisa triste, casi nostálgica.

-Los tiempos han cambiado mucho, Mike -Suspiró-. Y me alegra de que no hayas tenido que vivir lo que yo viví -William bajó la cabeza. Comenzó a comer algo ansioso. No le gustaba recordar. No quería recordar.

-¿Papá? -Michael sintió una especie de escalofrío. El ambiente se puso denso, y eso no le gustaba.

William levantó la mirada. Se dio cuenta de que estaba actuando de forma inmadura, y no como un adulto. Respiró profundamente. Aquellos recuerdos lo acosaban, pero no podía dejar que lo controlaran. Su cordura dependía de ello. Comenzó a inspirar y expirar lentamente. Debía de ser el ejemplo para su hijo. Volvió a su extraña serenidad habitual.

-No son buenos recuerdos -Afirmó-. En esa época muchas de las cosas que ahora se dan por sentado no lo estaban. Más en... -William se quedó en silencio.

-¿En? -Michael levantó una ceja. William se rascó la barbilla.

-En Inglaterra -Aseveró luego de unos minutos en los que había pensado-. Ya no sé cómo es ahora, pero fue difícil.

Recomponer | Five Nights At Freddy's |Where stories live. Discover now