Recomponer | Five Nights At Freddy's |

🍕 Capítulo 27 🍕

Henry entró por la puerta trasera de Freddy's Fazbear Pizza. Respiró profundamente, su socio y amigo estaba de aquí para allá. De la nada tomaba el auto, se iba a Afton Robotics, luego a Fredbear's, después a Freddy's. Era mediodía, y todos esos viajes los comenzó a hacer a las ocho de la mañana. Se preguntaba de donde sacaba tanta energía, si era él quien había recibido un accidente casi fatal.

Vio que William y Clara estaban dando instrucciones a distintas personas. Andaban de un lugar a otro, se aseguraban de que todo funcionara. Pusieron unas cintas de seguridad al rededor de los escenarios para que los niños no se acercaran a los animatrónicos y los tocaran, o se apretaran los dedos, o cualquier cosa. Henry se adentró al edificio y apenas su amigo lo vio, se acercó a él.

-¡Henry! -Exclamó William-. Qué bien que viniste, un par de manos extras nos vendrían bastante bien a mi esposa y a mi. Tenemos que explicar el funcionamiento de la programación a los muchachos, también tenemos que revisar el stock de peluches y el árcade.

Henry se vio arrastrado a eso. Todo el mundo estaba agitado, viendo sus puestos de trabajos en distintos lados, ensayando, ocupando maquinaria, y así. Mañana Freddy's Fazbear Pizza se abría al público. Clara logró el apoyo de sus inversionistas, tras ver el trabajo de William y Henry -y de Michael indirectamente-. Estaban sorprendidos con la calidad de los animatrónicos. Era un negocio perfecto, de una marca ya reconocida y establecida, con una estrategia de marketing impecable. Ya toda la ciudad sabía quién era Freddy, Chica, Bonnie y Foxy, además de otros personajes incidentales e incluso variaciones de estos mismos. Todo el mundo quería verlos en persona. Quizá en un futuro podrían hacer algo parecido con Fredbear y Springbonnie. De cualquier forma se lo dejarían a cargo de Fazbear Entertainment. Confiaban en ellos.

Clara y William convencieron a Michael de que se quedara en casa. Debía de descansar, había trabajado duro en hacer el regalo para su hermano. Se lo merecía de cierto modo, por lo que quedó a cargo de sus hermanos en la mañana, para luego ir a dejarlos en la residencia de los Emily. Aquel fue un día largo y agotador para su padre y su madre, por lo que él decidió hacer la cena. Algo sencillo, pero recuperador, una sopa de tomate, con algo de pan tostado. Cuando sus dos padres llegaron a casa, se sentaron en el sofá, y no se podían mover. Habían hecho muchas cosas. Decidieron ver una película juntos, pero en realidad los mayores no le prestaban atención. Era como la décima vez que veían E.T., pero Elizabeth y Evan estaba imnotizados viéndola. Les encantaba esa película.

William estaba a punto de quedarse dormido en el sofá, con las piernas estiradas y el el cuello doblado cuando Michael le tocó el hombro. Estaba babeando. Era gracioso.

-Hora de irse a dormir, viejo -Le dijo riéndose. William movió la cabeza intentando despertar.

-¿Qué hora es? -Preguntó somnoliento.

-Apenas las nueve, pero ya estas babeando -Michael se rio-. Ya fui a acostar a Evan y a Elizabeth.

-Gracias -Dijo levantándose, le costó. Había dormido en una mala posición.

-Y también lavé los platos. Yo ya me voy a dormir, buenas noches, papá -Michael se despidió de su padre.

-Buena noche Mike. Nos vemos mañana -Respondió William.

Tenía la camisa morada desarreglada, y la identificación amarilla casi incrustada. Miró a su esposa, que dormía con la cabeza arriba, roncando. Su ropa de oficina -del mismo color que la camisa de William- también estaba dessarreglada, y los tacones violetas estaban tirados en el piso. Los tomó y los llevó a su habitación, y los ordenó para el día siguiente. Despertar a su esposa cuando estaba así de cansada era imposible, así que reunió fuerzas, y la tomó en brazos. La llevaba como una princesa, y la dejó suavemente en la cama.